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El tono de voz delata su tristeza. Acostumbrado a los elogios y las alabanzas, sus dos visitas a la celda de castigo le han pasado una factura anímica notable. Juan Arango atraviesa por su peor momento desde su llegada a la Isla hace dos años y medio. Atascado por su suplencia en las dos últimas jornadas, frente a Nàstic y Celta, el jugador venezolano reconoció ayer el «bajón futbolístico» que atraviesa, aunque lo achacó a las rachas: «Estoy en una baja forma futbolística, no me sale nada de lo que intento y es evidente que debo mejorar. Mi única meta ahora es mejorar para recuperar un sitio en el once titular», apuntó ayer Arango con una parsimonia verbal que denota su bajón anímico.

El futbolista venezolano se ejercitó ayer con normalidad, aunque sólo participó en la primera parte del partidillo diseñado por Gregorio Manzano. «Me he sentido mucho mejor y espero estar en condiciones para el partido ante Osasuna. Si jugaré o no depende del entrenador...», soltó Arango, que arrastra una contractura en los isquiotibiales izquierdos.

Al respecto de las declaraciones de Gregorio Manzano («en este equipo no hay ninguna estrella»), el futbolista optó por el silencio: «Prefiero no comentar nada sobre este tema», zanjó. Tampoco se explayó en exceso cuando se le comentó si esta situación de suplente le puede empujar a plantearse a su futuro, a pesar de su renovación el pasado verano: «Mi único pensamiento es el trabajo diario y mejorar en relación a lo que he aportado en este inicio de temporada. Ahora lo más importante es el rendimiento del colectivo, que ganemos puntos y logremos la permanencia lo antes posible. Lo personal pasa a un segundo plano».