El piloto mallorquín Jorge Lorenzo, junto a Kenny Roberts en California. Foto: FORTUNA TEAM
08/12/06 0:00
En el corazón de California, a apenas 140 kilómetros de la ciudad de San Francisco, aparece uno de los santuarios del motociclismo mundial. El olor a gasolina y el ruido del motor contrasta con la paz que transmite el vecino Parque Nacional de Yosemite. Allí, en la localidad de Modesto, un mallorquín descarado y con ganas de seguir aprendiendo está viviendo una pretemporada inolvidable. Jorge Lorenzo ha elegido el rancho del mítico Kenny Roberts para perfeccionar su pilotaje, mejorar su inglés y absorber una porción de la sabiduría del tricampeón mundial de 500 centímetros cúbicos.
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