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Tolo Jaume
Son Moix arranca la última hoja del calendario dejando atrás su trigésimo aniversario con un legado en el que se han escrito algunas las páginas más brillantes de la historia del deporte del archipiélago. La instalación fue inaugurada el 16 de septiembre de 1976 y tras tres décadas puede presumir de haber sido el referente de Balears con acontecimientos de primer orden y escenario del día a día de miles de usuarios.
La élite del baloncesto, el voleibol, la natación, el ciclismo en pista, la gimnasia o el tenis, entre otras muchas modalidades, han forjado la historia de un escenario que se ha convertido en emblemático para Ciutat.
Varias generaciones de mallorquines en general y palmesanos en particular han sido testigos directos de eventos de primera magnitud en Son Moix, donde muchos ciudadanos se inciaban en el deporte y convertían el recinto en su punto de encuentro con la actividad física.
La instalación conserva el nombre del antiguo topónimo que surgió de la división de un antiguo arrabal ubicado en el Vinyet. Fue en el siglo XVII cuando nacieron Son Moix Blanc y Son Moix Negre, que estaba situado entre Son Valentí, Son Flor, Son Peretó, Son Dameto de Dalt y Son Cotoner del Vinyet. La primera piedra del Palau Municipal d'Esports de Palma fue colocada en 1973 y bajo las directrices del arquitecto Félix Gili Juan y con Paulí Buchens como alcalde de Palma se inauguró el 16 de septiembre de 1976. Fue y es un recinto deportivo que ha vivido una constante evolución para permitir que la capital balear no se rezagara de la vanguardia en instalaciones deportivas y consiguiera estar a la altura de ciudades con mayor capacidad.
Son Moix empezó a crecer en las afueras de la capital balear, pero el crecimiento urbanístico de Palma ha engullido el que es, sin duda, el punto desde el que se entiende el actual anillo de instalaciones deportivas de Ciutat.

Posibilidades
La metamorfosis del Palau d'Esports ha sido constante y ha ido completando sus instalaciones hasta contar en la actualidad con dos pistas polideportivas al aire libre, seis pistas de tenis, un campo de fútbol, un velódromo, dos piscinas cubiertas, un pabellón, once salas cubiertas y un campo de atletismo de iniciación. Además, todos ellos han ido en constante evolución para adaptarse a las nuevas necesidades de sus usuarios, por lo que entre los últimos cambios cabría destacar la gran remodelación del gimnasio de musculación, donde se encuentran las máquinas de última generación que responden a la creciente demanda ciudadana.
Uno de los hombres que mejor conoce la evolución de Son Moix es Joan Ordinas, que fue el máximo responsable del recinto desde su inauguración en 1976 hasta 1987. Ordinas, que recibió el Siurell de Plata que concede Ultima Hora en 1983, asegura que Son Moix «no ha tenido limitaciones, las limitaciones nos las hemos impuesto nosotros y si no se han hecho más cosas es porque no se ha sabido hacer». Además, también añade que «todos los proyectos que se han realizado en el Palau se han hecho a base de esfuerzo, corazón y mucha ilusión. Siempre he dicho que en las paredes de este edificio había trocitos de piel de todos los que aquí han trabajado».