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T.J.
En sus inicios los responsables de la instalación se vieron obligados a exprimir todas las posibilidades de Son Moix para organizar grandes eventos que llamaran la atención de una ciudadanía que paulatinamente se fue acercando al recinto como espectador para posteriormente ser protagonista como usuario habitual. Han sido muchas las estrellas que han desfilado por el Palau y a la par ha ido al alza el número de usuarios. La tradicional Diada Ciclista de Sant Sebastià de 1977 vivió su primera edición con llegada en Son Moix para darlo a conocer. No obstante, la Copa del Rey de baloncesto entre el Real Madrid y el Fútbol Club Barcelona demostró las posibilidades de un recinto que en 1978 mostró su versatilidad siendo el escenario del Mallorca Sincro Internacional de natación y la Copa de Europa de tenis, un deporte que puede presumir de haber dado cita en Son Moix a Orantes, Nastase, Moyà y Nadal.

El Son Amar de la década de los 80 llenó Son Moix en encuentros europeos, igual que el más reciente, que organizó sendas finales a cuatro de la CEV Cup y la Top Teams Cup. Y es que en los ochenta el voleibol compartió protagonismo con el baloncesto, que atrajo el premundial del 80 con la presencia de figuras de la canasta como Solozábal o Corbalán para llegar a nuestros días con constantes eventos hasta ser testigo del debut de Rudy Fernández en el preolímpico de 2004. A lo largo de su historia, Son Moix, que ha contado con la presencia del príncipe Felipe o la infanta Cristina, también ha sido un referente para el deporte universitario con las diferentes modalidades que han encontrado acomodo en un complejo multidisciplinar. Desde el Mundial de 1990 hasta el campeonato del mundo de fútbol sala en 2004 pasando ineludiblemente por la Universiada, que supuso una prueba de fuego para calibrar sus posibilidades en plena frontera del cambio de siglo.

Los encuentros de gimnasia han marcado el progreso de la instalación albergando acontecimientos como el Campeonato de España de gimnasia rítmica en 1985 o un encuentro internacional de artística en 1999 que resultó el mejor preludio para la irrupción de Elena Gómez. La campeona del mundo en 2003 formó parte del equipo español de gimnasia artística en un encuentro internacional ante Rumanía que permitió a la manacorina ser profeta en su tierra tras haber alcanzado la gloria en Hungría. En cualquier caso, el que fuera responsable de Son Moix, Joan Ordinas, analiza que «las actividades más importantes que ha realizado el Palau son aquellas que han tenido una continuidad y han permitido a tres décadas de palmesanos acudir al recinto a practicar deporte».