Veteranos con carácter

Durante el acto se rindió homenaje a los jugadores más veteranos que han pasado por el club y que marcaron una época. Hombres y nombres ilustres como Paco Amengual, Joan Mateu Arbona, Jaume Arqué, Joan Forteza, Bolao, Joan Mas, Joan Morro, José Luis Muñoz, Rafel Piris, Gabriel Rigo o Manolo Espín son algunos de los que recibieron de manos del propio Vicenç Grande el pergamino que les acredita como grandes ilustres del Real Mallorca. Diferentes generaciones de futbolistas estuvieron presente en el acto. Jaume Salas, Toni Campoy, Jaume Bauçà, Martí Mora, Jovan Stankovic, Goran Milojevic, Trobiani, Antoni Orejuela, Vicente Engonga, Gabi Vidal, Miki Garro, Andreu Mir, Julià Mir, Molondro, Pascual, Héctor Núñez....y así hasta más de cien ex futbolistas que disfrutaron de un encuentro donde los recuerdos de años anteriores y la más rabiosa actualidad fue motivo de debate.

El presidente Grande recibió la insignia de oro de la Asociación de Veteranos que quiso brindarle de esta forma su apoyo como máximo responsable de la institución, a la vez que agradecerle el esfuerzo personal y económico que ha venido realizando durante estos últimos años desde que tomó las riendas del consejo de administración. La Asociación de Veteranos mantiene una actividad muy importante, participa en todas las actividades que organiza el club y da su apoyo y soporte a las iniciativas que se planifican a través de Fundació Reial Mallorca. Precisamente el presidente Matas en su parlamento destacó la labor deportiva, pero sobre todo social que se lleva a cabo tanto desde el club como también desde la Fundació y la propia Asociación de Veteranos. Matas entregó también insignias especiales la mayoría de ex futbolistas y les felicitó a todos la Navidad. También hubo un recuerdo emocionado para los socios y jugadores desaparecidos y un deseo común en todos los presentes a la comida, que el equipo consiga variar el rumbo de estos últimos partidos y logre consolidarse en la parte más tranquila de la clasificación. De momento todos miraban, como no puede ser de otra manera, a Mestalla.