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Europa Press|MELBOURNE
El primer grande de la temporada, el Open de Australia, irrumpe en escena con los nombres de los tenistas mallorquines Rafael Nadal y Carlos Moyà resonando con fuerza. Mientras emanacorí, que iniciará su andadura ante el estadounidense Robert Kendrick, ha acelerado su puesta a punto en Melbourne tras superar una sobrecarga muscular, el palmesano ha empezado a dibujar una trayectoria al alza en la que se reencontrará con su verdugo en Sydney, James Blake. Rafael Nadal volverá a ser el buque insignia de la Armada en su intento de conquistar Melbourne donde el gran favorito para el triunfo final es una vez más el suizo Roger Federer. Sin embargo, la pista dura de Flinders Park no es el mejor territorio para los españoles, que no suelen brillar en el primer Grand Slam salvo en contadas ocasiones (Carlos Moyà, finalista en 1997, y Juan Carlos Ferrero, semifinalista en 2004). Las altas temperaturas y la falta de adaptación suelen ser obstáculos que los españoles no aciertan a superar, aunque en esta ocasión viene con la moral de haber brillado en los primeros torneos del año.

De todos ellos, el mejor colocado sigue siendo Rafael Nadal. El manacorí, parece que no llega en su mejor momento tras su abandono en Sydney por problemas musculares, pero ya está a punto y de su carácter ganador todo se puede esperar. El número dos del mundo no ha jugado demasiado en Melbourne. El año pasado falló por lesión, pero en 2005, cuando se empezaban a fraguar futuros éxitos, llegó a los octavos de final donde tuvo contra las cuerdas al ídolo local, Lleyton Hewitt. Para brillar en la pista dura del Abierto de Australia y en la nueva campaña, Nadal ha trabajado mucho más su servicio para estar a la altura de las exigencias y convertirlo en un arma más para su juego. No defiende puntos y tampoco quiere obsesionarse con jugar una final con Federer. No tendrá de todos modos un debut fácil, ante un sacador como Robert Kendrick, un jugador que le puso en muchos apuros en la segunda ronda de Wimbledon 2006 donde estuvo 2-0 arriba. El escocés Andy Murray y su particular bestia negra, James Blake, le esperarían teóricamente en los octavos y los cuartos de final, respectivamente.

Además, de Rafael Nadal, la Armada llega con esperanzas de poder hacerlo bien. No en vano, David Ferrer y Tommy Robredo, ambos octavofinalistas el pasado año, se cruzaron en la final de Auckland, con victoria del de Jávea, y Carlos Moyà, uno de los pocos que puede presumir de haber llegado lejos en el primer grande, viene de perder la final de Sydney ante Blake, contra el que tendrá un complicado debut. El resto intentará pasar el mayor número de rondas. De cara al triunfo final, el máximo e indiscutible favorito es el suizo Roger Federer, pese a que llegue tras perder la final del torneo de exhibición de Kooyong ante el estadounidense Andy Roddick, al que se le había olvidado ganar al número uno tras un último ejercicio titubeante.