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GRUPO CAPITOL 72
VIVEMENORCA 79

GRUPO CAPITOL (25+19+13+15): Corrales (14), Gomis (5), Santos (8), Hopkins (13), Eley (10) -cinco inicial-, Zoroski (9), Yebra (2), Morentin (6), San Miguel (5).

VIVE MENORCA (23+13+22+21): Nacho Rodríguez (9), Bazdaric (17), Stojic (13), Moss (11), Clancy (11) -cinco inicial-, Farabello (6), Brown, Llorens (2), Yañez (8), Alzamora (2).

Arbitros: Martín Bertrán, García González y Cortés. Eliminaron con cinco faltas personales a Joao Santos, del Grupo Capitol (min.37) y a Stojic (min.38) del ViveMenorca.

Lluís Orfila|VALLADOLID

El ViveMenorca tomó aire en Valladolid, y sumó el primer triunfo de la temporada a domicilio, a la vez que inicia del mejor modo posible la segunda vuelta del campeonato. Sólo la imposibilidad de superar el average con el Capitol -lo igualó, eso si-, puede considerarse como único punto negro en su fructífera visita a Castilla La Vieja. El choque lo iniciaron ambos conjuntos en individual, y las alternativas en el luminoso fueron una constante (6-7, 11-9, 15-17, 20-19). Tanto Imbroda como Casas apostaron por sus quintetos habituales, y el cuadro menorquín hizo daño desde el perímetro, que en el caso de los vallisoletanos brilló por su ausencia. Mediado el primer acto, Imbroda apostaba por combinar la defensa individual con una zona, lo cual no le rindió los dividendos deseados, pues los porcentajes ofensivos del Menorca eran altísimos. Brown entraba para dar descanso a Rodríguez a poco más de un minuto, y Farabello lo hacía por Stojic. El Vive intentó una tímida presión en toda la pista, pese a que no le posibilitó abrir brecha, más bien al contrario, pues un par de aciertos de Zoroski permitían al Grupo Capitol cerrar el primer cuarto con ventaja (25-23).

La clásica "pájara" del Menorca apareció en los albores del segundo acto. Eley empezó a imponer su jerarquía en la pintura, a la par que el Menorca engordaba su estadística de pérdidas. Casi cinco minutos tardó el Vive en anotar su primera canasta, con lo que la igualdad inicial se truncó (31-23). Sin embargo, la mediocridad del rival, unido al buen hacer defensivo enjugó de nuevo la distancia (37-33). Se aprovechó el grupo menorquín de que Eley estaba en el banco tomándose un respiro, pero cuando volvió al parquet el pívot de Detroit, las cosas volvieron por los mismos derroteros (42-34, jugadores a los vestuarios). Algo debió decirle Casas a los jugadores en el intermedio, pues el tercer periodo lo inició el Menorca muy metido, lo que servía para reducir la diferencia (46-44). Aparte, la abrumadora inferioridad en la pintura mostrada en los primeros cuartos se desvanecía, y la entrada de Yáñez y Alzamora insuflaba carácter al grupo. Sin embargo, el Capitol se distanciaba de nuevo (52-44, en el ecuador del tercer acto), y Casas solicitaba tiempo para tratar de reconducir la situación, lográndolo de inmediato (52-48). Con Eley en el banco tomándose un respiro, Farabello entraba para ocupar el lugar de un descentrado Rodríguez, lo que repercutía positivamente en el rendimiento colectivo, y el Menorca, tras un par de acciones de mérito protagonizadas por Yáñez (triple increíble) y Bazdaric, se situaba con el luminoso franco por vez primera en muchos minutos (57-58 final del tercer cuarto). La acertada dirección de Farabello, una adecuada defensa -se alternó la zona con individual- y la entrega del colectivo en general, ubicaban al Menorca cinco arriba (57-62), hallando rápida respuesta en Corrales (triple y espoleando a la grada). El "Pisuerga", que ya presionaba lo suyo, se volcó definitivamente, y es que era mucho lo que había en juego. Lejos de amilanarse, el Menorca reivindicaba su status de equipo ACB, y un triplazo de Farabello otorgaba la máxima ventaja a los de Casas (60-67, tiempo de Imbroda). El Capitol empezaba a desesperarse, y una mala lectura de la situación les llevaba a intentar tiros precipitados. El rebote había dejado de ser una exclusividad de los locales, y el Menorca, que iba a lo suyo, engordaba su renta (60-70 a cinco minutos del final). Stojic sustituía a Yáñez -impagable el trabajo del alero madrileño-, y el rival, atenazado, al verse por debajo en el marcador, tras dominar durante el grueso del partido, caía en absurdos errores. Eley apenas dio señales de vida en el periodo decisivo, y el enfervorecido público empezaba a abandonar el recinto, señal inequívoca de que daban por perdido el choque. El Menorca encaró el tramo final pensando en superar la diferencia lograda por Capitol en la ida, y a punto estuvo de lograrlo, sin embargo, Bazdaric erró uno de los dos tiros libres de que dispuso a escasos segundos, dejando el marcador en 72-79. El Menorca, vive.