Rafael Nadal va a dirimir uno de los duelos más esperados del circuito ATP tras haber alcanzado su mejor nivel. El tenista mallorquín protagonizó el pasado sábado su mejor partido desde que el curso 2007 levantara el telón frente al suizo Stanislas Wawrinka y hoy (alrededor de las 11.00 horas) se medirá con el escocés Andy Murray en los octavos de final del Open de Australia. El jugador balear ha puesto muchas esperanzas en el Gran Slam de Melbourne y no quiere que su andadura se detenga tan pronto.
Prácticamente desde que finalizó el US Open en el mes de septiembre de 2006, Rafael Nadal sólo piensa en este Open de Australia. El jugador de Manacor es consciente de que su tenis se adapta a la perfección a las condiciones que se registran en la cita de Melbourne y se ha marcado como reto alzarse con su tercer Grande en las Antípodas.
Lo poco que jugó en la segunda parte de la temporada pasada y la falta de ritmo de competición propia de la pretemporada le ha hecho ser algo irregular en este tramo inicial de la temporada, aunque el pasado sábado ya demostró que se encuentra a su mejor nivel. El choque ante Wawrinka fue una declaración de intenciones. Nadal exhibió un servicio poderoso, una derecha demoledora y un juego muy agresivo para postularse como uno de los grandes favoritos para alzarse con el título en el Melbourne Park.
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