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La Tercera División anda revuelta. Jaume Mut, entrenador del Ferriolense, denunció el pasado domingo ante la Guardia Civil al colegiado Guardiola Rotger por escupirle. La acción se produjo presuntamente a la finalización del encuentro entre el Alcúdia y el Ferriolense, que se saldó con victoria local y en el que fue expulsado el técnico visitante. El duelo entre el Alcúdia y el Ferriolense estuvo marcado por la tensión. El encuentro estaba igualado, pero Jaume Mut no estaba de acuerdo con las decisiones que estaba adoptando Guardiola Rotger. En una acción cerca del área del conjunto visitante, el técnico del grupo de Son Ferriol comenzó a hacer aspavientos y y el colegiado se acercó. Mut entró en el campo para seguir las protestas y fue expulsado. Jaume Mut se quedó en el túnel de vestuarios hasta que terminó el partido -victoria para el Alcudia por 3-1- y se acercó para recriminarle a Guardiola Rotger su actuación. «Le pido si no se siente avergonzado y el me hace la misma pregunta. Yo le digo que si que estoy avergonzado y entonces se enfrenta conmigo. Se pone a un palmo de mi cara y me grita 'si quieres pegarme, pégame'. Me lo dijo cinco o seis veces. Le aseguro que no es mi intención y en ese momento me escupe en la cara», explica el preparador del Ferriolense.

Jaume Mut solicitó la presencia de la Policia Local para denunciar al árbitro, aunque finalmente terminó acusando al colegiado ante la Guardia Civil cuando emprendía el viaje de vuelta desde Alcudia. «Pensaba que la denuncia era la única salida que me quedaba. Me incitó a la violencia y me escupió y quería limpiar mi honor. Yo me equivoqué, pero quiero que se reconozca que él tampoco actuó bien. Deportivamente tiene todas las de ganar porque es la máxima autoridad, pero quiero sentirme protegido a nivel personal». El entrenador del Ferriolense se siente cansado de la «persecución de Guardiola Rotger». «Me tiene fobia y algún jugador de mi equipo también. Ha ido haciendo comentarios de que si nos pitara algún futbolista no le iba a durar ni diez minutos y en un partido que estuvo en la grada de Son Ferriol se puso a gritar en la tribuna que nos iba a hacer bajar a Preferente» asegura Jaume Mut.

Por todo esto, el preparador del Ferriolense considera que «el arbitraje fue premeditado. Debo reconocer que yo no me supe aguantar, pero nunca perderé el respeto a ningún árbitro escupiéndole a la cara. Tengo mucho temperamento, pero sé donde están los límites». El Comité de Àrbitros ha cerrado filas para proteger a Guardiola Rotger y su presidente Tomeu Riera Morro aseguraba ayer que «por el momento no vamos a hacer ningún tipo de declaraciones». Miquel Bestard, el presidente de la Federación Balear de fútbol, quiso ser prudente sobre el incidente y ayer confirmaba que «todavía no he hablado con nadie». El máximo mandatario del balompié de las Islas explicó que se abrirá una investigación a raiz de lo que refleje el acta y del fallo del Comité de Àrbitros. Bestard comentó que «tenemos que mirar si había algún delegado de la Federación en el campo, aunque creo que es poco probable ya que en los campos de Tercera División no suele haber demasiados problemas». Lamentablemente, el protagonismo de la Tercera División recae estos días en un acontecimiento triste para el fútbol balear.