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Ha llegado la hora de Víctor Casadesús. El delantero de Algaida está llamado a asumir el peso del ataque mallorquinista a corto plazo y su protagonismo en la plantilla balear podría incrementarse a partir de este mismo fin de semana. Con Maxi López en el ojo del huracán y Diego Tristán arrinconado entre el banquillo y la grada, el canterano vuelve a asomarse al once titular y podría coger el testigo del cuestionado punta argentino frente al Villarreal. El balear, que jugó un papel fundamental en emilagro de hace dos temporadas, es ahora mismo una de las grandes esperanzas del entorno de cara a esta segunda parte del campeonato, además de uno de los activos más importantes del club bermellón.

Víctor no se esconde a la hora de reconocer el mal momento de juego por el que atraviesan los jugadores más ofensivos del vestuario que gestiona Gregorio Manzano, pero no tiene muy claras las causas del problema y cree que se trata de un mal pasajero: «Es cierto que durante esta temporada los delanteros no estamos demasiado acertados y reconozco que yo soy el primero que falla porque cuando he tenido minutos no he estado demasiado bien», apunta. «La verdad es que no sé a qué se debe esta falta de puntería, pero tampoco creo que se trate de un problema exclusivo de los atacantes ya que no podemos marcar siempre. Es una tarea colectiva, como también lo es defender y debería repartirse la responsabilidad. En cualquier caso, todos sabemos que no estamos finos», añade convencido.

El delantero rojillo prefiere ser cauto al hablar de su posible titularidad del domingo en El Madrigal y sigue defendiendo la labor que realiza Maxi López: «Siempre tengo la esperanza de jugar y de formar en el once titular, pero eso le toca decidirlo amíster. Si tengo que salir de inicio trataré de aprovechar los minutos que esté sobre el campo, aunque de todas formas, entendería que el entrenador mantuviera su confianza en Maxi porque pienso que está haciendo un gran trabajo arriba», argumenta.