Aunque la aceptación de esta denuncia ha sido aceptada esta semana, la misma fue presentada meses atrás. Los hechos se remontan al año 2001 cuando el club balear cedió a dos de sus futbolistas -Serrizuela y Quinteros- a San Lorenzo de Almagro por los que debería haber ingresado 510.000 dólares, cantidad que nunca llegó a remitir al club balear. A raíz de este impago, el Real Mallorca trasladó el caso a la RFEF para que este organismo trasladase el asunto a FIFA que debería ser quien resolviese el litigio obligando a San Lorenzo a pagar la cantidad acordada.
Sin embargo, la Federación y concretamente el secretario general, por aquel entonces, Gerardo González, no elevaron la denuncia a la FIFA y la situación quedó estancada. El Mallorca acudió en 2004 al Tribunal de Arbitraje, que desestimó la denuncia e incluso hizo pagar los costes al club balear.
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