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Fernando Fernández
El largo y accidentado invierno (frío, lluvia, niebla e incluso nieve) agota sus horas y pone fin a una pretemporada en la que Jorge Lorenzo ha sentado las bases de la defensa de su corona del cuarto de litro (250 centímetros cúbicos), un título más preciado y con mayor número de aspirantes que nunca. La generación actual ha visto emerger a la savia nueva que llega desde 125 y serán cinco los campeones del mundo, Jorge el único en la cilindrada intermedia, los que arranquen hoy en Losail la temporada más larga que se recuerda. Lorenzo, Bautista, Dovizioso, Locatelli y Luthi ya saben los que es ganar un título, pero sólo uno podrá cantar victoria el 4 de noviembre sobre el asfalto de Cheste, el mismo que coronó al balear, que ha cambiado el 48 por el 1, un número que debe servirle de plataforma hacia MotoGP, categoría en la que aterrizará en 2008 si no se tuercen los planes de Dani Amatriaín y del propio piloto.

El Mundial de velocidad arranca esta misma mañana con un Gran Premio de Qatar que no puede traerle mejores recuerdos a Jorge. Dos victorias (2004, en 125, y 2006), un segundo puesto (2005) y tres «poles» le convierte en el Emir de Qatar, una pista en la que espera sumar los primeros 25 puntos y, tal y como hizo hace apenas un año en Jerez, arrancar el curso en lo más alto. La puesta a punto de la Aprilia RSW 250 ha sido igual de problemática que la del resto de pilotos y equipos de la cilindrada. Pero Lorenzo se puso pronto el mono de trabajo. Lo hizo para viajar hasta el rancho de Kenny Roberts, en California, para rodar y derrapar hasta la saciedad sobre sus pistas de dirt track y supermotard. Una experiencia que en MotoGP agradecerá y que le debe servir para pulir su pilotaje, mejorado sobre pista mojada tras una pretemporada en la que la lluvia y la humedad han sido compañeros de viaje del Mundial.

En el mismo, la incorporación de un nuevo Gran Premio es la nota más significativa. El trazado de Misano devuelve al motociclismo a San Marino (2 de septiembre), aunque el resto de pruebas no varían. Jerez (25 de marzo), Montmeló (10 de junio) y la traca final del Ricado Tormo (4 de noviembre) no faltarán a la cita con la afición española, esa a la que Jorge Lorenzo quiere regalar más triunfos, «poles» y pilotaje agresivo que anime las carreras. Va a tener que emplearse a fondo el mallorquín. La guerra Aprilia-Hona ha encontrado a un peligroso compañero de viaje: KTM. Lorenzo y Dovizioso, campeón y subcampeón, polarizan las atenciones en el Mundial de 250. Representan a los dos fabricantes de referencia y el pulso está lanzado, aunque el italiano ya advierte de su inferioridad técnica. La factoría de Noale ha puesto en manos de Jorge su mejor máquina para revalidar las coronas de marcas y pilotos, pero en la misma línea trabajan otros pilotos de la firma. De Angelis busca hacer algo importante antes de saltar a MotoGP y Héctor Barberá llega motivado. El de Dos Aguas es el líder del Team Toth y sus tiempos en pretemporada hacen ser cautos.