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Tres partidos después, el Aqua Mágica vuelve a su centro de operaciones. No le han ido demasiado bien las cosas a la escuadra de Jareño por las afueras de Son Moix, donde sólo ha sido capaz de hurgar en la crisis del Melilla. Ante los retos de altura -León y Cantabria-, el conjunto de Ciutat ha salido escaldado. Apenas tuvo opciones en la cancha del líder y acabó desquiciado en Santander. No ha dejado un buen rastro el Palma en su largo tránsito con el traje de visitante, aunque su baloncesto ha ofrecido síntomas de rehabilitación.

Si hasta ahora casi todo lo bueno se había cosido a base de individualidades, el Aqua Mágica lleva jornadas progresando como equipo. Su defensa ha empezado a ser fiable y en ataque se observa más rigor táctico. La recuperación de jugadores como Sergio Ramos o Pep Pacreu ha tenido mucho que ver en este último aspecto, pero también la mayor jerarquía que ha asumido Chris Massie, convertido desde hace un buen puñado de jornadas en un tipo imprescindible para el Palma y, probablemente, en uno de los pívots más determinantes de la competición.

Massie ha suscrito una sociedad muy interesante con Ken Lacey, un tipo corporativista. Lacey trabaja para el equipo, aunque no estará esta tarde ante el Breogán. Se lesionó durante la sesión de entrenamiento de ayer y un esguince de segundo grado le mantendrá en el dique seco durante un mínimo de tres semanas. Sobre Danny Lewis, que suma casi un mes de inactividad, Jareño y el propio jugador tienen la última palabra. Hoy podría estar en el banquillo, aunque su concurso es poco probable.