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Europa Press|WINSTOM SALEM
El tenista español Feliciano López fue la segunda víctima de James Blake tras Tommy Robredo al cosechar ayer una derrota ante el neoyorquino por 6-3 y 7-6 en un partido igualado que tuvo que decidirse en un tie-break que puso punto y final a la actuación del equipo español de Copa Davis en suelo norteamericano.

Desde el primer momento del encuentro se pudo percibir las diferencias en la actitud de ambos tenistas. Por un lado un concentradísimo Feliciano López sabía de la importancia de la tarea de maquillar el resultado de una eliminatoria perdida y de brindar un triunfo a la grada española desplazada al otro lado del Atlántico. Enfrente, Blake se mostraba distendido, y su relajación se tradujo en un esceso de atrevimiento en su juego. El norteamericano salía a divertirse.

Así, dadas las diferencias de tensión, López pasó por encima de su rival en los primeros juegos del encuentro, en los que llegó a dejar en blanco en una ocasión a su rival y le rompió el saque en otra. Sin embargo, la genialidad de Blake mezclada con sus ganas de pasarlo bien configuraron una actuación personal que rayaba lo espectacular.