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Fernando Fernández
Reventar el mercado LEB y llevar al Palma Aqua Mágica al ascenso fueron dos de las premisas que la entidad presidida por Miquel Ramis se fijo a la hora de ganar la puja por Lou Roe. Ecuatro estadounidense ha dado un nuevo aire a los de Ciutat, necesitados de un revulsivo ante el peor momento del curso. Tal ha sido el «Efecto Roe» que desde el aterrizaje del interior natural de Atlantic City, el Palma no sabe lo que es perder. Buena culpa de las tres victorias consecutivas que han devuelto a los de Diego Tobalina a la lucha por los «play offs» la tiene Roe, que se ha encargado de dar luz a un vestuario castigado por su peor racha, la que forzó la marcha de Jareño y el esfuerzo por el MVP de la ACB. Tres de tres es el balance de Roe en su nuevo periplo español (procedía del Seoul Knights coreano) y las sensaciones no pueden ser mejores. De estar fuera de las series de ascenso, el Palma ha experimentado un giro radical y tiene en su mano la posibilidad de colarse entre los ocho mejores. Una posición que ha ocupado durante el grueso del curso regular y que se resiste a abandonar. El Aqua Mágica depende de sí mismo y con el triunfo en Gandía (viernes, 21 horas) le vale para acompañar al Drac Inca en los «play offs» de la LEB más reñida de la última década. Incluso perdiendo, Roe y sus compañeros tendrían el pasaporte garantizado, pero siempre mirando hacia Lleida y Huelva.

Pero caer frente al Aguas de Valencia no entra en los planes del ex de Unicaja, Etosa Alicante, Gijón, Caja San Fernando, Drac Inca... Sus prestaciones no pueden ser más contundentes. Es la única alternativa al MVP incontestable de la Liga. Roe es el único capaz de hacer sombra a un Dylan Page lanzado hacia ese simbólico galardón y así lo ha hecho saber a lo largo de las dos últimas jornadas. La estadística habla de un más que firme candidato al cartel de mejor jugador, o al menos, al de jugador más decisivo del tramo final de temporada. Sus promedios están a la altura de su salario y de los antecedentes que presentaba como aval. Un promedio de 34 minutos, 25 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias, 1,6 tapones, 6 faltas recibidas y una valoración media de 30,6 componen la tarjeta de visita de un hombre acostumbrado a militar en competiciones del máximo rango, pero que quiere reivindicarse en la LEB y prolongar su estancia en el Aqua Mágica. Eso sí, ya con las credenciales ACB en el bolsillo y formando parte de su dilatado currículo.

Su aparición en escena llegó en una cita tan asequible como peligrosa. Tras cinco derrotas consecutivas (Cantabria, Breogán, Drac Inca, Lleida y Manresa), un Burgos inmerso en la carrera por la permanencia pasaba por Son Moix. El Palma Aqua Mágica exhibía su mejor imagen como equipo y Roe se unía al festival que propusieron los Lewis, Tutt, Massie o Schutte. Ssu 16 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias sirvieron para justificar su incorporación y devolver a los mallorquines al buen camino (97-76). La racha debía encontrar continuidad en La Palma. El público de Miraflores se rindió ante el hucarán Roe. Le bastaron 31 minutos para anotar 34 puntos, capturar 7 rebotes y ofrecer tres asistencias, firmando una valoración de 35 que le llevó a ser el mejor jugador de la semana. Y de paso, a ser otra vez clave para tumbar al cinco del ex-Palma Eloy Doce (82-92).