Miquel Bestard comunicó el pasado fin de semana a todos los miembros de la Junta Directiva de la Federació Balear de Futbol de les Illes Balears, su intención presentarse a la elecciones de dicho organismo previstas para el próximo año.
Bestard quiso de esta forma hacer oficial la decisión que ha tomado y evitar cualquier especulación respecto a la decisión de ir o no a los próximos comicios. El actual presidente de la Balear ha sido el primero en oficializar sus intenciones de presentarse a unas elecciones que, si bien no tiene ganadas, es poco previsible que aparezca alguna candidatura que pueda hacerle sombra.
Su gestión está siendo intachable, porque, más allá de los logros conseguidos, Bestard y su equipo han logrado la «paz» dentro y fuera de los muros de la Federación. El presidente actual se hizo cargo de una institución levantada en armas.
La trayectoria de Borrás del Barrio, vacía de contenido en su recta final sufrió un gran desgaste, la sanción de inhabilitación hacia el propio Borrás y media directiva y la dinámica en general en la que se había entrado, dejaron a la Federación en situación de KO casi total. Bestard abrió las ventanas y el fútbol balear confió en él ciegamente. En estos tres años de mandato, los clubes de Tercera División no pagan arbitrajes -estos los subvenciona IB3- lo que supone restar un concepto de gasto muy importante de las arcas de los clubes. Se organizaron los arbitrajes de tal manera que un mismo colegiado no pite más de dos veces a un mismo equipo en Tercera y Preferente y se estableció y organizó la Liga Nacional Juvenil interislas y la Liga Femenina de Fútbol Sala también entre islas.
También se consiguió a través de su gestión en la asamblea de la Española variar el concepto de liguilla por el de play off en la fase de ascenso a Segunda B. Un cambio imprescindible ya que con el anterior formato se encadenaban muchos años sin que uno de los equipos de Balears pudiera acceder a la categoría de bronce. En el capítulo de ascensos también es importante destacar que se lograron dos ascensos más para la categoría estrella de juveniles, la División de Honor.
El presidente de la Balear, junto al responsable del Comité de Àrbitros, Tomeu Riera Morro, ha conseguido también una mayor cohesión y organización interna en la sede del Colegio y, pese a los lógicos problemas puntuales que puedan surgir durante una temporada en cualquier campo de fútbol, las polémicas en torno al colectivo han disminuido de manera importante. Otra de las iniciativas de Bestard y su junta ha sido la de poner en marcha la escuela de tecnificación para la categoría cadete de primer y segundo año y aumentar poco a poco el número de selecciones territoriales. De dos se ha pasado a once.
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