TW
0

Miquel Alzamora
El mallorquinismo vive pendiente de dos asuntos capitales en esta fase de la temporada: la opción de aspirar a un puesto UEFA y la renovación de Ariel Ibagaza. Despojados del sufrimiento cotidiano de eludir el descenso, el club ha puesto en funcionamiento toda la maquinaria interna con vistas ya a la próxima temporada, pero evidentemente mirando de reojo si hay o no opciones de asistir al milagro europeo. El presidente Vicenç Grande pasó ayer revista a asuntos de importancia máxima para los socios del club. Lo hizo en el marco del homenaje que el president del Govern, Jaume Matas, rindió al Drac Palma de Voleibol por la consecución del título liguero. Grande es el máximo patrocinador y, a su vez, presidente del club bermellón. Ante la insistencia de los medios, el propietario del Mallorca expresó su ilusión por acceder a Europa. «La UEFA es posible, mentiría si comentara la contrario, pero yo tengo que ser prudente. Hay cinco o seis equipos delante y está muy difícil. Lo normal es que no lleguemos a la UEFA, pero si el domingo ganamos al Racing, que no será fácil, tendremos más posibilidades, pero insisto, lo lógico, lo que dice el sentido común, es que no haremos UEFA, lo que dice el corazón de todos los mallorquinistas es que queremos soñar para poder llegar a Europa. Es posible, pero muy difícil», reconoció el presidente del Mallorca.

Actualizada la situación socioeconómica, el presidente del club se refirió a la renovación de Ariel Ibagaza. De entrada ya se trabaja en ella, es un jugador que interesa que se quede, pero también hay otro concepto claro, se llegará hasta donde se pueda llegar, ni un paso más. «Ya hemos empezado a trabajar -dijo Grande- en varios temas entre ellos este. Ibagaza es un magnífico jugador, pero no nos podemos volver locos, interesa su renovación, pero según y cómo, no nos podemos volver locos, insisto, y tenemos que administrar los bienes del club, que son limitados», declaró el responsable de la entidad balear. El club ha lanzado una primera propuesta al agente del futbolista que pasa por renovar un año con opción a otro si se completa un número de partidos concreto. Por parte del futbolista inicialmente la contraoferta es de tres temporadas. Por el momento no hay acuerdo, aunque el tratado de intenciones por ambas partes es clara: el Mallorca quiere al jugador y el futbolista desea quedarse.

Siguiendo en clave europea, gran parte de las aspiraciones del equipo de poder luchar por la UEFA en un futuro a corto plazo pasan por aumentar la capacidad inversora. El máximo accionista lo tiene claro. «El salto de calidad representa dinero. Este año hemos asumido un déficit de cinco a seis millones de euros y la pregunta es ¿qué déficit podemos asumir el próximo año?, ¿cuándo dinero tenemos que perder cada año?, porque, que nadie se engañe, la calidad es dinero. Intentaremos con nuestros recursos traer a los mejores jugadores posibles, como hemos hecho este año y creo que al final se ha demostrado que acertamos», comentó Grande. Pese a que la situación deportiva parece obligar a sus ejecutivos a plantearse traspasar a uno o dos futbolistas, ésta no es la primera alternativa para paliar el déficit existente. Grande explicó que «en caso de no vender no pasará nada. El año pasado, también con un déficit de siete millones de euros, no se vendió a nadie. Si este año llega una oferta interesante que sea buena para el jugador y para el club, la estudiaremos y si no se vende a nadie no pasa nada. Valoramos a nuestros jugadores con un precio muy alto y esto tiene que quedar claro», subrayó Vicenç Grande.