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Efe|OLBIA (ITALIA)
El Giro de Italia, la primera de las tres grandes por etapas (Vuelta y Tour) arranca en la ciudad de Caprera, isla de Cerdeña, y lo hace sin la presencia del último vencedor, el italiano Iván Basso, baja debido a problemas de dopaje, lo que amplía la lista de favoritos al podio final del 3 de junio en Milán. Basso era el enemigo número uno por aquello de defender la «maglia rosa», pero sin él, gran dominador en la última edición, la prueba cobra más interés y en las apuestas iniciales son varios los corredores que han subido muchos enteros, especialmente los italianos. El que más cuenta para coger los galones de Basso es Gilberto Simoni, vencedor en dos ocasiones (2001 y 2003). Junto a Simoni uno de los que más cuenta es Paolo Savoldelli, habitual en el podio con dos triunfos absolutos. Damiano Cunego tendrá más libertad de movimientos y será el líder del Lampre.

Es el tridente que más cuenta, pero en la recámara hay otra baza italiana, Danilo di Luca. Es un especialista en carreras cortas y especialmente de clásicas, como lo demuestra su reciente victoria en la prestigiosa Lieja-Bastoña-Lieja, pero que ha manifestado siempre su obsesión por el Giro. Un buen ramillete de figuras para un recorrido exigente y selectivo que, al contrario que en otras ediciones, se ha olvidado de los esprinters y apuesta por la alta montaña como lo demuestra el que cinco etapas terminan en alto, destacando la del Santuario de Oropa, un cronoescalada que será un homenaje al malogrado Marco Pantani; Tres Cimas de Lavaredo y Monte Zoncolan. El desglose del trazado es de tres cronometradas, ocho etapas llanas, cinco de media montaña y cinco catalogadas de media montaña con dos jornadas de descanso. El Caisse d'Epargne, con el mallorquín Joan Horrach (dorsal 73), el Euskaltel-Euskadi y el Saunier Duval conforman la representación española.