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Hay Ibagaza para rato. ECaño rubricó ayer en las oficinas del ONO Estadi el contrato que le vinculará al Mallorca hasta el 30 de junio de 2009 y el club balear, además de asegurarse la continuidad de su jugador más desequilibrante, ha reforzado los cimientos de su siguiente proyecto. El argentino, que tras oficializar la renovación puso a fin a tres meses de silencio, será uno de los pilares fundamentales del equipo en su versión 2007-08 y seguirá deleitando a los aficionados del ONO Estadi con la magia que guarda en sus pequeñas botas. En nueve meses de competición, el mediapunta ha vaciado el saco de dudas que traía a su llegada y se ha erigido en uno de los futbolistas más decisivos del proceso de rehabilitación bermellón, que tiene todavía cuatro jornadas de margen para ampliar perspectivas. El argentino, que se convirtió en la gran apuesta de la SAD balear desde el mismo momento en el que rescindió su contrato con el Atlético, era también una de las piezas más codiciadas del próximo bazar veraniego (tenía en su poder una suculenta oferta del Betis), pero la celeridad de los dirigentes rojillos le ha librado de protagonizar uno de ésos culebrones que abundan por estas fechas: «Es lo que quería y estoy muy contento. Han sido unas negociaciones muy rápidas y me alegro de quedarme aquí dos años más», reconocía poco después de rubricar por escrito el acuerdo.

Las horas previas al cierre del trato fueron más relajadas de lo habitual en este tipo de operaciones. El representante del futbolista, Alejandro Camaño, estuvo reunido dos horas por la mañana con los gestores del Mallorca y sentó las bases de un entendimiento que cristalizaría a media tarde. De hecho, Ibagaza y su agente llegaron a las oficinas del club a las 17:45 para reunirse con el gerente de la entidad, Pere Terrassa, y sólo veinte minutos más tarde comparecía antes los medios con una sonrisa dibujaba en el rostro: «He firmado por dos años y estoy satisfecho porque los compañeros, el cuerpo técnico están contentos y eso es muy importante para mí. Cuando llegué ya dije que venía con muchas ganas y espero que el próximo curso arranque igual. Nuestro primer objetivo será ser más regulares y evitar el sufrimiento».

Ibagaza reconoció que en la Isla ha encontrado todo lo que buscaba y que ha vuelto a disfrutar del fútbol, un motivo suficiente para plantearse la posibilidad de colgar aquí las botas: «Me gustaría acabar aquí la carrera. Ya dije cuando vine que tenía otras ofertas importantes, pero aquí estoy muy a gusto, se han portado muy bien conmigo y el Mallorca me abrió las puertas de Europa. Me quedan dos años y espero que el equipo mantenga un buen nivel y que yo me encuentre bien. Después se hablará, pero sería bonito. En total, serían ocho temporadas en un equipo que me quiere mucho. Mi familia está muy a gusto en Palma y supongo que no habrá inconveniente para que eso ocurra».