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Efe|GLASGOW
El RCD Espanyol, después de que hace 19 años se quedara con la miel en los labios en la final de la Copa de la UEFA que disputó ante el Bayer Leverkusen alemán, afronta ahora en Glasgow su segundo asalto a este título europeo, para lo que tendrá que superar al vigente campeón, el Sevilla FC.

En ambos casos los dos equipos se presentan por segunda vez en una final de la Copa de la UEFA, aunque los sevillistas, hace ahora un año en la ciudad holandesa de Eindhoven, no quisieron perder la oportunidad de llevar el primer trofeo continental de su centenaria historia a las vitrinas del Sánchez Pizjuán y se impusieron con contundencia al Middlesbrough inglés por 4-0.

El Espanyol, que actuará como local, juega hoy en Hampden Park el partido más importante de su historia, su segunda final europea, convertida por el club y la afición como la ocasión idónea para cerrar definitivamente la deuda vigente desde 1988.

El recuerdo de aquella final, resuelta de manera cruel en la tanda de penaltis, sobrevuela al Espanyol de Ernesto Valverde, cabeza visible de un grupo de jugadores empeñado en hacer historia y en darle al equipo catalán el título más importante desde su fundación.

Por eso, todo el club, desde el presidente hasta el último aficionado, llega a Glasgow con la ilusión del debutante y confiado en que el fútbol le compensará por tantos años de agravios. Hace exactamente un año y dos días, el Espanyol se salvaba del descenso a Segunda división en el último suspiro. Hoy, en cambio, jugará una final de la Copa de la UEFA.

Memoria
Más allá de su propia memoria histórica, el equipo blanquiazul comparece en Hampden Park en plena dinámica positiva. Camina tranquilamente por la Liga, pero sobre todo, ha firmado una UEFA impecable. Con los números en la mano, el Espanyol puede presumir de ser el mejor equipo de la competición, con once victorias y tres empates, 32 goles a favor y nueve en contra.

Su entrenador, el «Txingurri» Valverde, ha logrado moldear un equipo muy competitivo. Y la alineación que mañana presentará ante el Sevilla ofrece pocas dudas, tan sólo un puesto en la línea de ataque: apostar fuerte con dos puntas -Tamudo y Pandiani- o guardarse al uruguayo (máximo goleador de la UEFA con 11 goles) para apostar por Rufete en la derecha.

Por lo demás, el Espanyol jugará con su portero de la UEFA, el sobrio Gorka, y una defensa compuesta al 75 por ciento de jugadores de la casa, con Jarque, Torrejón y David García junto al argentino Zabaleta. Iván de la Peña y Moisés Hurtado volverán a ser el corazón del equipo en el centro del campo.

Por su parte, el equipo andaluz, que rompió en Eindhoven una especie de maleficio que le hacía vagar por la mediocridad en las últimas décadas, se ha convertido desde entonces en un conjunto muy respetado en Europa, que está en plena lucha por conseguir el título de Liga y que el próximo 23 de junio también le disputará al Getafe el trofeo de campeón de la Copa de Rey.