Los nombres de Manel Comas y Porfirio Fisac también están sobre la mesa. El primero no se plantea la opción de trabajar en LEB, mientras que el hasta ahora técnico del Bruesa (al que ascendió de LEB-2 a ACB) es otro de los aspirantes que se posiciona. Pese a ello, y según ha podido saber este diario, el director deportivo del Palma Aqua Mágica y el representante del entrenador del Drac, Pepe Catalina, mantuvieron días atrás un primer contacto vía telefónica, conversación en la que podría haber salido a escena el nombre del técnico aragonés, protagonista de una posible operación que podría sentar un precedente en las siempre delicadas relaciones entre los dos conjuntos mallorquines que militan en la Liga LEB.
De esta manera, el mercado viviría uno de los movimientos más sonados en la historia más reciente de la LEB y el Palma daría un golpe de efecto, dejando vacante un puesto clave dentro de los esquemas de la entidad de es Raiguer. De hecho, el maño, quien ya ha empezado a planificar a nivel deportivo el ejercicio 2007/08 junto a su director general, Willy Villar, tiene contrato en vigor de cara a la próxima temporada con el club que preside Joan Rubert. Por ello, el Aqua Mágica, si quiere certificar la operación, debería hacerse cargo de una cantidad económica que ayudaría a rescindir el compromiso entre el preparador y su actual equipo. Esta cifra se equipararía a la ficha que percibe el aragonés y rondaría los 48.000 euros (unos ocho millones de las antiguas pesetas), además de tener que asumir el nuevo contrato que uniría al, por el momento, máximo responsable técnico del Drac, y al Palma Aqua Mágica, que tras poner fin a su segunda temporada en la categoría de plata (cayó ante el León en cuartos de final, 3-2), ha puesto en marcha la maquinaria para diseñar un proyecto ambicioso en vistas a asaltar de nuevo la ACB, la meta que persigue desde su irrupción en la LEB.
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