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Tolo Jaume
Ni las celebraciones de Ramón Calderón en La Romareda, ni los posibles festejos de la conquista del título tras el partido son del agrado del vestuario del Real Mallorca, que ayer exhibió intensidad en el campo de entrenamiento y motivación en la sala de prensa. El prestigio de una victoria en un encuentro que ha generado una gran expectación en todos los rincones del planeta fútbol es el principal aliciente que esgrimen los hombres de Manzano.

Los futbolistas bermellones y el propio técnico lamentan que se ponga en tela de juicio su profesionalidad y el feudo blanco es el escenario idóneo para poner el broche a la temporada. La sesión matinal en Son Bibiloni estuvo marcada por el alto de grado de entrega mostrado por la plantilla mallorquinista. El serbio Bosko Jankovic, que está convocado con su selección, fue la única ausencia del entrenamiento, aunque el domingo tampoco podrá ser de la partida Ariel Ibagaza por acumulación de cartulinas.

Sin incidencias en el capítulo deportivo, el protagonismo se trasladó al sentir del grupo en plena cuenta atrás hacia el encuentro del domingo. La motivación es máxima en el conjunto rojillo y mucho más teniendo en cuenta las situaciones que están marcando el devenir de la semana. «Lo de Calderón no lo vi y no se si dio una vuelta al campo o no la dio, pero podría arrepentirse de su celebración», comentó Fernando Navarro, que no ocultó sus preferencias: «Espero que el Barça gane la Liga porque esto significaría que hemos sacado un resultado positivo. Es un encuentro que va a ver todo el mundo y sería bueno sacar puntos porque se trata de un partido que da prestigio».