Rafael Nadal va a tener que superar un trayecto muy complicado para volver a encontrarse con Roger Federer en la final. El sorteo ha querido que el tricampeón de Roland Garros tenga que enfrentarse a rivales muy peligrosos desde las primeras rondas, aunque también ha deparado un camino difícil para el suizo. Carlos Moyà, que regresa al All England Club, se verá las caras en primera ronda con Tim Henman (hoy, alrededor de las 14.00 horas).
Si algo caracteriza a Nadal es que se trata de un tenista capaz de superar cualquier adversidad, por lo que será favorito para alcanzar los octavos. Allí le esperará uno de los rivales más duros, Mikhail Youzhny. El saque del ruso será un test definitivo para saber si Nadal podrá pelear por el título.
Mardy Fish será el primer escollo de Rafael Nadal en Wimbledon. El tenista estadounidense es un especialista en pista rápida y cuenta con un juego muy agresivo que se adapta mejor a la hierba que el del mallorquín, pero llega a Londres después de una importante crisis que le ha llevado a ganar sólo un partido en los tres últimos meses.
A priori, la segunda ronda debe ser el partido más tranquilo para Nadal. El tricampeón de Roland Garros se enfrentará con el vencedor del duelo entre el austríaco Werner Eschauer y el español Rubén Ramírez.
El trayecto de Nadal se complica sobre manera a partir de la tercera ronda. El cabeza de serie número 28, Robin Soderling, a el francés Sebastien Grosjean serán el presumible adversario del mallorquín en un partido que le medirá contra un jugador más acostumbrado a competir en esas condiciones.
Metido en la lucha por el título, Nadal se encontrará en los cuartos de final con un viejo conocido, Tomas Berdych. El checo es uno de los pocos que mantiene un balance favorable respecto al mallorquín (3-2) y es uno de los mejores jugadores del mundo en pista rápida.
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