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Emilio Nsue es desde ayer un poquito más grande. El delantero del Mallorca empezó anoche a sacarle brillo a su prometedora hoja de servicios y se proclamó campeón de Europa con la selección española sub'19 tras imponerse a Grecia en el Intersport Arena de Linz. El balear no tuvo un papel tan decisivo como el de otras ocasiones (jugó 63 minutos tras formar en el titular y apenas pudo rematar a puerta), pero regresará este fin de semana a la Isla con la medalla de oro colgada al cuello. El equipo español abrió el partido mucho más mentalizado y asumió la posesión de la bola con la intención de embotellar a Grecia en su área y lograr la primera ventaja psicológica del partido. Níguez y Azpilicueta fueron los primeros en poner a prueba los guantes de Stratilatis, pero no lograron abrir la herida y los de Santisteban, pese a tener el partido controlado, fueron perdiendo intensidad. Los helenos lo aprovecharon para construir poco a poco su juego y le arrebataron la vara de mando antes del primer cuarto de hora, justo después de un aviso de Sotiris Ninis. Grecia cogió oxígeno, adelantó todas sus líneas y conectó una batería de ocasiones que arrinconaron a España frente al arco de Asenjo. En medio de esa hemorragia, el meta español jugó un rol fundamental, ya que evitó lo que parecía un tanto cantado de Ninis que ayudaría a invertir rápidamente el escenario del enfrentamiento.