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En una edición marcada por el proyecto de creación de un sindicato balear para la Copa del América, el Siemens consiguió revalidar el título de campeón de la Copa del Rey. El equipo de Pedro Perelló lograba volver a proclamarse campeón después de protagonizar un vibrante pulso con el Mutua Madrileña durante toda la regata y subía al podio de honor acompañado por el Quebramar (GP 42), Ícaro (IMS 570), Turismo Madrid (IMS 670), Marina Rubicón (X-35) y Plis Play (IRC).

Un role de viento obligó al Comité a posponer 35 minutos la salida de la primera de las dos pruebas previstas para ayer. Una primera prueba que tuvo como protagonista al Bribón, que lideró a la flota en el paso por la primera boya y que se mantuvo en esa posición hasta el final de la regata seguido por el CAM, y el Caixa Galicia. El barco del Rey quedaba descalificado por un fuera de línea y no haberse exonerado, por lo que la victoria fue para el Príncipe. El Siemens se clasificaba por delante del Mutua Madrileña y aumentaba su ventaja hasta los cinco puntos. A Paul Cayard se le facilitaban las cosas, ya que en la segunda manga le bastaba con controlar a la embarcación de Vasco Vascotto.

Conservador
El Siemens apostó por una táctica conservadora, mientras que el Valle Romano lograba su cota de protagonismo al imponerse en la última prueba. La embarcación mallorquina entraba quinta, justo por delante del Mutua Madrileña y volvía a proclamarse campeón de la categoría TP 52.

En la clase Grand Prix 42 hubo menos historia. El Quebramar-Chrysler ha dominado la competición de principio a fin y ayer se permitió el lujo de no salir a competir la última prueba. El barco que patronea Laureano Wizner conseguía su primer título en la categoría y se subía a lo más alto del podio, donde le acompañaron el Canarias-Puerto Calero, se impuso en la última prueba al Zurich de Jordi Calafat.

El primero en proclamarse campeón de la Copa del Rey fue el Ícaro, que se impuso en la clase IMS 570 y el viernes ya se acostó como vencedor de la vigesimosexta edición de la regata más importante del Mediterráneo. El campeón cerró su participación con veinte puntos de ventaja respecto al Tecnocasa, que fue segundo con cuatro puntos menos que el Luso Roux.

El Turismo Madrid sufrió hasta la última jornada, pero consiguió imponerse al Navantia, que tenía que conformarse con la segunda plaza al sumar dos puntos más que el vencedor. El Movistar se hizo con la tercera plaza.

En la también reñida clase IRC, el Plis Play daba la sorpresa en la última jornada. Después de una regata muy igualada con el Bon Bon, los americanos habían conseguido hacerse con el liderato a falta de la última jornada, pero contra pronóstico, el Plis Play se terminaba imponiendo. Earlybrid les acompañaba en el podio.