Los jugadores de la selección agradecen el apoyo del público de Madrid, ayer tras la victoria sobre Grecia.

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En un partido que desprendía recuerdos memorables, España se reencontró con la victoria y rescató de paso muchos de los argumentos que la han instalado en la cima mundial. La escuadra de Pepu Hernández pasó por encima de Grecia en el duelo que reeditaba la final de Japón "esta vez sin medallas de por medio" y se olvidó del naufragió que protagonizó ante Croacia. Recuperó el combinado nacional su mejor tono defensivo y a partir de ahí construyó su cómodo triunfo sobre los helenos. El partido tuvo varios nombres propios. Juan Carlos Navarro pisó de nuevo la cancha "se estrenó en el Eurobasket tras dejar atrás sus problemas físicos" y Rudy Fernández asumió de nuevo un papel estelar. El alero mallorquín evidenció ante Grecia que se encuentra en un excelente momento de forma. Fue la principal referencia ofensiva de la selección, aunque también hay que elogiar su desgaste defensivo. Rudy acabó el partido con 20 puntos en su cuenta corriente, lo que le permitió eregirse en el máximo anotador de la jornada. Los números del jugador del Joventut, que meses atrás descartó su ingreso en la NBA debido a una baja elección en el Draft, se está conviertiendo en una de las grandes sensaciones del Europeo. Sus números son equiparables a los mejores del torneo y el protagonismo que está adquiriendo en la selección es enorme. Es uno de sus iconos. En momentos de atasco, Pau Gasol y Rudy Fernández se han convertido en las dos grandes soluciones de España. Toca descansar. Rusia llama a la puerta. Será la primera final.