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Emilio Nsue ingresó anoche en la concentración más especial de su emergente carrera. El delantero del Mallorca B, la joya más grande que ha surgido últimamente de la factoría de Son Bibiloni, fue convocado por Gregorio Manzano después del entrenamiento de ayer para estar hoy en el ONO Estadi de cara a una posible participación en el partido ante el Getafe. El principal artillero de las categorías inferiores rojillas ya ha dado el paso más importante. El resto, si las circunstancias lo permiten, tendrá que hacerlo sobre el terreno de juego.

Con la convocatoria de Emilio, Manzano saciará, en parte, el apetito de una porción muy destacada del mallorquinismo, que está ansiosa por ver en acción al internacional sub'19. Nsue va a disponer de la oportunidad de saborear las sensaciones que emite un encuentro del más alto nivel. Más allá de que pueda gozar de minutos, el atacante, que acaba de cumplir 18 años, accederá al vestuario principal de Son Moix, escuchará la charla del técnico desde una posición privilegiada, participará en el calentamientos sobre el césped y seguirá el inicio del choque sentado en el banquillo. «Cuando me he enterado de que estaba incluido en la lista no me lo creía. No sé si jugaré o no, pero el simple hecho de estar aquí ya es un sueño para mí. Voy a vivir una experiencia increíble», comentaba ayer después de conocer la noticia.

En solo unos meses, la trayectoria de Emilio se ha disparado en unas etapas muy emotivas, únicas. Se perdió el stage del Mallorca en Kössen (Austria), pero mientras sus compañeros se ponían a punto para el nuevo curso, él levantaba junto a sus compañeros de la selección española sub'19 el primer título europeo de su vida. Y lo hacía precisamente en Linz, a apenas 250 kilómetros del hotel Sonneck, cuartel general del equipo de Manzano durante esa época del estío. Él no cuajó un papel demasiado brillante en el torneo, pero el seleccionador, Juan Santisteban, no perdió nunca la confianza en su juego y le mantuvo en todo momento en el once titular. El combinado derrotó a Grecia en una apretada final (1-0) y Emilio se colgó el oro al cuello. «Es el momento más feliz que he vivido», reconocía sólo unos minutos después.

Esta tarde Emilio será una de las grandes atracciones de la jornada. No será fácil que actúe, porque además de Víctor y Arango, tiene por delante a Óscar Trejo. En cualquier caso, resulta esperanzador ver que no ha caído en el olvido.