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Tolo Jaume A miles de kilómetros del circuito de Sepang, en la urbanización Maioris en el municipio de Llucmajor, se vivía la carrera con mucha más intensidad que en las gradas del circuito malayo. La madre de Jorge Lorenzo se reunió con sus allegados para seguir la carrera del bicampeonato a su manera. Y es que María Guerrero no puede ver en directo las carreras de su hijo y, pese a sus deseos de hacerlo, optó por grabarla y verla cuando ya sabía el resultado y que Jorge regresaría a casa el martes con su segunda corona de 250.

«Tengo muchas ganas de darle un abrazo», aseguró la madre del piloto de Aprilia a la conclusión de una carrera que propició un aluvión de llamadas y de mensajes en su teléfono móvil. La experiencia del pasado curso no alivió los nervios, ni tampoco la emoción que representa una victoria como la conseguida por el mallorquín. Fue difícil contactar con Lorenzo en las horas posteriores a la carrera por los compromisos y los fastos inmediatos a la conclusión del penúltimo Gran Premio de la temporada, pero ya falta menos para festejarlo en familia.

María, que estuvo en la cocina preparando chocolate para sus invitados, sólo tenía noticias por los gritos que llegaban de la sala. Algunas veces intentaba ir a ver la tele, pero no podía. Al final los gritos de alegría por el KO de Andrea Dovizioso y la llegada tranquilizaron a la madre del bicampeón.

Estaba, como no podía ser de otra manera, muy orgullosa de Jorge por el triunfo y por la progresión que ha experimentado a lo largo de la temporada.
Aún más lejos del circuito de Sepang, pero con mucha emoción vivió el éxito de su hijo Chicho Lorenzo, que se multiplicó para ver un nuevo éxito de su hijo y al mismo tiempo acompañar a sus pupilos en una nueva prueba de la Copa Bancaja que tuvo lugar en Valencia. Sin duda fue un día muy completo para Chicho, que no sólo vio como colocaba a varios de sus pupilos en las posiciones de privilegio, sino que saboreó la victoria del piloto de Aprilia con algo más de tranquilidad que en la pasada campaña, pero sin relajación alguna.

También fue un día especial en el móvil de Chicho Lorenzo, que no paró de sonar y que incluso recibió un mensaje de felicitación del secretario de estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, al que tiene previsto mandarle su libro y quien sabe si expresarle el trabajo de formación que se desarrolla en Mallorca y que precisa del respaldo de las instituciones para que el caso de Jorge no resulte un caso esporádico en la tierra de campeones en la que se ha convertido el archipiélago. Chicho se emocionó al escuchar como el campeón le dedicó el título a su abuelo.