Jonás se retira del terreno de juego del Manuel Ruiz de Lopera durante el encuentro ante el Betis. Foto: JAVIER BARBANCHO

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Carlos Román ¿Qué pasa con Jonás Gutiérrez? Es la pregunta del millón, el último misterio que recorre estos días las entrañas del ONO Estadi. Lo que está claro, es que mientras la Liga avanza, las relaciones entre el internacional argentino y el Mallorca se van enfriando. Al parecer, el centrocampista no está nada conforme con su situación contractual y el retraso que sacude al proceso de mejora que tanto reclama, ha acabado de irritarle. Curiosamente, esa falta de proximidad coincide con un prolongado periodo de baja del futbolista, que se ha perdido los dos últimos partidos de Liga y que muy probablemente tampoco llegará a tiempo de jugar el sábado frente al Espanyol.

Jonás busca un reconocimiento casi inmediato. El jugador, que cuando se comprometió con el Mallorca aceptó unas condiciones muy concretas, entiende que su evolución desde que llegó a España ha sido notable y pretende que se le valore de manera acorde a su rendimiento. Además, en los últimos tiempos su cotización ha subido como la espuma y las recientes convocatorias de Alfio Basile han afianzado sus argumentos. Por si fuera poco, los continuos rumores de ofertas procedentes del extranjero le han llevado a girar la vista y la situación, a dia de hoy, es más compleja que nunca. Sobre todo, porque el Mallorca sólo es propietario del cincuenta por ciento de sus derechos federativos, ya que la otra mitad pertenecen a su club de origen, Vélez Sarsfield. En este sentido, se da la circunstancia de que el equipo argentino podría recuperarle el 30 de junio de 2008, siempre y cuando el Mallorca no adquiera la totalidad de su pase. Pero la SAD isleña sigue sin pronunciarse y el Galgo se impacienta.

El jugador albiceleste, que está en el vagón de cola del grupo en cuanto a la ficha que percibe, intenta que el club equipare su situación a la tipos como Juan Arango o Angelos Basinas, que son dos de los mejores pagados de la plantilla que dirige Gregorio Manzano. La dirección deportiva rojilla está estudiando su caso y, según el entorno del jugador, pretende mover sus piezas en breve. El futbolista, por su parte, también está dispuesto a prorrogar su estancia en la Isla, pero el asunto sigue congelado y las dos partes corren el riesgo de que acabe enquistándose.

El problema se ha agravado por las repetidas bajas de Jonás. El extremo regresó tocado tras disputar un partido con su selección en Australia y desde entonces no acaba de sentirse cómodo. Poco después de participar en ese bolo, actuó con el Mallorca en el campo del Betis y tuvo que retirarse del campo antes de tiempo por culpa de una distensión que afectaba a su rodilla derecha. Ese problema le impidió estar en los dos últimos partidos de Argentina (pese a todo viajó a su país y fue examinado por los servicios médicos de la AFA) y daba la impresión de que reaparecía el pasado domingo ante el Recreativo. Sin embargo, no llegó a tiempo de viajar a la ciudad onubense y todavía no se ha sumado al trabajo junto al resto del plantel. El último parte médico emitido por el club, fechado el pasado el día 19 de octubre, refleja que «ha experimentado una importante mejoría» y el propio cuerpo técnico esperaba contar con él este mismo fin de semana, pero parece que no podrá ser así. De hecho, en las dos últimas sesiones de entrenamiento se ha limitado a trabajar en el gimnasio. Esto motiva además que el club no le permita hacer declaraciones, lo que propicia que el volumen de incógnitas sigue creciendo.

Las próximas semanas serán claves en el desenlace, ya que será cuando se rueden los capítulos decisivos. Continuará...