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Miquel Alzamora Mallorca se ha convertido en un lugar de obligada estancia para un nutrido grupo de futbolistas llegados de lejanos países cuya meta es ser futbolistas profesionales y buscan salir de sus lugares de origen para dar el salto a Europa. Pero la transición para muchos de ellos no es fácil, pese a que atesoran calidad y con el paso del tiempo han despertado el interés de diferentes equipos europeos.

Ultima Hora localizó a tres futbolistas que militan en clubes de Preferente de la Isla y comprobó cómo el sueño de triunfar en el fútbol supera todas las adversidades que puedan ir encontrándose día a día. Mouhamed Scerif es de Senegal y Caio García de Brasil, ambos juegan en el Poblense de Preferente y en los próximos días viajarán a Alemania porque han despertado el interés de dos clubes de Segunda División, Friburgo y Kaiserlautern. Gabriel Hoyos es de Colombia y ha sido internacional Sub 18 con la selección de Estados Unidos.

Scerif fue convocado por la selección de Dakar para disputar una gira por Holanda. Se enfrentó a a equipos como el Feyenoord o el PSV, entre otros equipos y a la hora de volver a su país decidió quedarse en Europa. «En Mallorca tenía un amigo y por eso vine aquí. El fútbol me dio la oportunidad de salir de mi país y ahora que estaba aquí no quería desaprovechar la ocasión. El Poblense me abrió sus puertas y le estoy muy agradecido a este club. Ahora tengo la oportunidad de ir al fútbol alemán y veremos qué pasa», comentó el futbolista.

Scerif ha bajado estas últimas semanas su estado físico debido al Ramadán, pero ahora ha vuelto a recuperar su mejor versión. Él y Caio residen en el Arenal y sólo juegan al fútbol, aunque lejos de llegar al entrenamiento como pueden hacerlo los jugadores del Real Mallorca llegando con sus potentes automóviles, ellos salen de casa a las 17:30 horas, toman un autobús que les acerca hasta la plaza de España. A las 18:50 se suben al tren hacia sa Pobla y de la estación al campo de entrenamiento. Tras la sesión de trabajo es necesario ducharse rápido y prácticamente volver a correr hacia la estación para tomar el último tren con destino Palma y realizar el viaje, pero en dirección contraria. «Llegamos casi a la una de la madrugada a casa cada día», explicaban los jugadores. No es fácil ser futbolista en las categorías regionales de la Isla llegando desde países extranjeros. Cambiar de ambiente, de casa, de entorno, todo es nuevo y adaptarse no siempre es fácil. «Tengo el problema del idioma -explicaba Mouhamed Scerif- en un correcto francés. Tengo dificultades para entender y para explicarme, pero cuando uno está dispuesto a todo para poder jugar al fútbol, todos los problemas se van superando», comentaba.

Los tres futbolistas han encontrado un apoyo imprescindible en Ronnie Woiski, agente FIFA, y que ha intentado hacer más fácil la vida de estos jóvenes valores extranjeros en su estancia en la Isla. «Tienen ganas de triunfar por encima de cualquier otra circunstancia y esto es clave. No lo tienen fácil, pero quieren demostrar que pueden llegar al fútbol profesional, aunque para ello deban sufrir incomodidades de desplazamientos o otras circunstancias», explicaba el representante de futbolistas. Scerif es un centrocampista ofensivo y ha marcado cuatro goles en ocho partidos. Fue admitido en el centro de formación de futbolistas de Senegal y ahora espera que su paso por el fútbol en Mallorca no será en vano y sirva para dar el salto a una Liga superior. Nacido en 1988, Scerif es una de las atracciones de una categoría, la Regional Preferente, en la que no es fácil jugar y donde uno puede curtirse de forma importante. Eso es precisamente lo que tanto él como sus compañeros desean, mejorar, aprender y darse a conocer partido a partido a la espera de que el gran circo llame a sus puertas.