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Efe|MURCIA
El Deportivo de La Coruña dio ayer una lección de efectividad en el partido frente al Murcia y venció a éste a domicilio por 0-2.
El mallorquín Xisco y el mexicano Andrés Guardado, ambos en la segunda parte, acabaron con un conjunto grana que se vio superado en casi todas las facetas del juego, y cuya insegura defensa dio demasiadas facilidades que no fueron desaprovechadas por los blanquiazules.

El técnico murcianista, Lucas Alcaraz, sorprendió con un once con cinco novedades respecto al último partido y en el que llamaba poderosamente la atención la inclusión del vasco Iñigo Vélez, cuarto delantero de la plantilla y que apenas había jugado en lo que va de temporada. Al final lo pagó. El Deportivo creció y en la segunda parte atrapó una victoria que le permite seguir respirando.