Panorámica del Palau de Inca durante el último derbi de la temporada pasada. Foto: MIQUEL ALZAMORA

TW
0

Crisis frente a crisis. El clásico más caliente que ha abrazado últimamente el baloncesto mallorquín cruzará esta noche a dos equipos en plena depresión. Bàsquet Inca y Palma Aqua Mágica, que caminan todavía por los suburbios de la LEB Oro después de siete jornadas, medirán sus estados de ánimo en una fiesta oscurecida por las urgencias que presentan uno y otro. Con sólo dos triunfos y cinco caídas a sus espaldas, gualdinegros y celestes buscarán una victoria balsámica que les ayude a abandonar momentáneamente la espiral derrotista en la que habitan y reciclar sus oxidadas ilusiones. Pase lo que pase, el resultado tendrá un valor muy distinto al habitual, ya que cerrará o agrandará las heridas que hay abiertas (Palau d'Inca, IB3 TV, 21:00 horas).

Desde el punto de vista anímico, es evidente que el derbi no llega en el mejor momento. Las prisas marcarán el ritmo de los dos equipos y su margen de maniobra, reducido al máximo, condicionará la actitud ante la cita. Sin embargo, eso añadirá aún más picante a una confrontación que ya de por sí está bastante condimentada. A la rivalidad regional, se unen en esta ocasión la necesidad, el ánimo de revancha y las perspectivas de futuro, que están ya señaladas por el intento de fusión entre ambas entidades que desveló este diario a comienzos de semana. La grada, que registrará una temperatura acorde al tamaño del encuentro, podría ser la más beneficiada.

Responsabilidad

En lo puramente deportivo, quizá sea el Palma el que asuma un mayor grado de responsabilidad. El conjunto que dirige Diego Tobalina inauguró el curso con la intención de acampar desde el principio en la zona alta, pero hasta ahora sólo ha podido acumular errores y su crédito se ha recortado de forma notable. Los hombres que estaban llamados a arrastrar el proyecto (Lou Roe, Chuck Kornegay...) están interpretando un papel secundario y el gran perjudicado está siendo el técnico, que se encuentra en el punto de mira. Pese a todo, los de Ciutat han trabajado muy fuerte en los últimos días para rehabilitarse y no quieren que nada de lo ocurrido hasta ahora les pase factura. Han marcado el Palau de Inca como su nuevo punto de partida y entienden que un triunfo ante el vecino enemigo alejaría los fantasmas. En Inca, en cambio, parecen más mentalizados de cara a este tipo de situaciones. Los de Es Raiguer ya advirtieron a la apertura del ejercicio que sus pretensiones iban a ser más modestas que en anteriores campañas, por lo que la presión sigue alejada. Eso sí, un nuevo tropiezo despertaría viejos temores y supondría un paso atrás importante.

Los locales acuden a la llamada del clásico con las bajas ya conocidas del mallorquín Joan Riera (se repone de una hepatitis) y el argentino Franco Rocchia, que se ha perdido los últimos envites por un problema en los escafoides. Por contra, el técnico inquense recupera al griego Sotiris Manolopoulos con respecto al partido frente al Breogán y ha convocado a dos jóvenes canteranos, Joan y Xavi Sastre, para cerrar el círculo en el banquillo.

En la esquina contraria, Tobalina tampoco tendrá que soportar bajas de última hora y afrontará la batalla con un ejército idéntico al que cayó la semana pasada en casa contra el Melilla. El entrenador asturiano completará además su escuadra con dos jugadores procedentes del plantel de la Liga EBA, el pívot estonio Viljar Veski y el alero isleño Llorenç Llompart.

El escenario del choque también tendrá una importancia significativa porque quebrará la mala racha de uno de los dos. El Bàsquet Inca, que vuelve a actuar ante su gente después de hacerlo a domicilio en las dos últimas jornadas, sólo ha ganado uno de los tres partidos que ha jugado en casa, y fue coincidiendo con la cita que abría el torneo, el pasado 21 de septiembre. Después, ha visto salir sonrientes a Rosalía (59-64) y Los Barrios (80-81). El Palma, por su parte, se desinfla de forma alarmante cuando sale de su hogar y ha entregado las armas cada vez que ha ejercido como visitante. Alerta Cantabria (86-71), Rosalía (84-80) y Los Barrios (68-66) le han pasado por encima, impidiéndole coger aire para reforzar los buenos argumentos que se le presumen. En principio, las fuerzas parecen equilibradas y las pizarras de los entrenadores echarán humo.