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Tolo Jaume Todavía empapado por las celebraciones en el vestuario y tras escapar al intento de sus compañeros de raparle la cabeza, Dani Güiza comparecía en la sala de prensa de Son Bibiloni para expresar su gran alegría por su primera convocatoria con la selección.

«No tengo palabras. Estoy muy feliz y muy contento por haber conseguido esto, que era el sueño mío y que gracias a mis compañeros, al cuerpo técnico y a la afición del Mallorca lo he podido hacer realidad», dijo el delantero jerezano, que también añadió que «es el sueño de todos los españoles y a ver si se puede conseguir un triunfo en el debut».

Güiza, que comentó que ahora tiene aún más razones para saltar motivado al césped del Bernabéu, estaba exultante y quiso agradecerle la oportunidad a Luis Aragonés, aunque esquivó el eterno debate sobre la inclusión del madridista Raúl González en la lista: «Ahí no entro. Eso es cosa del entrenador y si me ha convocado será por algo, pero de Raúl no tengo que hablar».

La satisfacción del delantero, que dice que va a guardar la camiseta del debut «en la caja fuerte», era inmensa, pero en la víspera de la convocatoria no lo pasó tan bien. «En casa lo estaba pasando mal por los nervios y escuchando la radio a ver si decían algo. Lo he pasado mal, pero lo he conseguido y a ver si puedo jugar unos minutos y enchufar alguna para dedicarle el gol a toda la afición y sobre todo a mis compañeros y a mi familia». Y es que el punta bermellón, que confesó que su teléfono no había sonado, se enteró al mismo tiempo que el club y sus compañeros: «Me lo ha dicho mi compañero David, después Héctor Romero y luego ya han salido todos del vestuario a por mí y no veas como me han puesto».

El máximo goleador español de Primera no quiere lanzar las campanas al vuelo y aboga por ir paso a paso cuando se le pregunta por la Eurocopa o su futuro en un grande: «Ahora mismo mi sueño es debutar y poder hacer algo importante con el Mallorca. Tengo mis cuatro añitos y lo más importante es que mis compañeros y el club que me paga podamos conseguir algo importante».

Güiza quiere demostrar que la convocatoria ni le va a añadir responsabilidad, ni le va cambiar: «Tengo que seguir como estoy ahora, porque la convocatoria la he conseguido estando así. Tengo que apretar más. No es más responsabilidad, porque lo que tengo que hacer es mejorar cada día», dijo mientras con una sonrisa confesaba que no le importaría que le revisaran el contrato y que metería en su equipaje «al Cristo de los gitanos».

La alegría de la convocatoria comparte protagonismo en la vida de Güiza con su paternidad. El delantero espera que el pequeño Dani fruto de su unión con Nuria Bermúdez nazca antes de que tenga que incorporarse a la selección. La llamada de la selección tiene cierta prioridad: «Tengo que jugar. Es una gran oportunidad y no sólo es por mi sino que también es por el pan de mis hijos». Si nace su hijo y él está concentrado asegura que «estaré contento y hablaré con mi mujer todo el día si quiere, pero no puedo perder esta oportunidad. Me pondré un pinganillo como los árbitros», bromeó.

Apenas podía expresar todos los sentimientos que le formaban un nudo en el estómago, pero no dudó a la hora de dedicar un nuevo logro en su carrera: «Del que más me acuerdo es de Juan Ramón López, que me ayudó mucho. También de mi familia que es la que ha estado ahí sufriendo y ahora mismo tienen que estar... imagínate en Jerez con lo gitanos que son la fiesta que tienen que estar montando».