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Fernando Fernández El temporal del pasado 4 de octubre ha tenido consecuencias de carácter industrial para la natación balear, que se ha quedado sin dos de sus recintos de referencia: Son Moix y Príncipes de España. Con mucho tiempo por delante para recuperarlos, al menos el Palau d'Esports, este deporte vive semanas complicadas en los albores de un invierno que se presume duro. La saturación de Son Hugo o la falta de piscinas cubiertas han encendido las alarmas. La especialidad más afectada es la de saltos. La baja temperatura del agua no recomienda usar las plataformas de Son Hugo, por lo que los deportistas no pueden ejercitarse e incluso viajarán a Madrid para entrenar (la otra plataforma cubierta está en Tenerife). Mientras, lo hacen en el gimnasio. La Federación Balear correrá con los gastos, e incluso ha conseguido la piscina cubierta del hotel Tryp Bosque para que se pueda practicar natación sincronizada. Tal es la situación que la presidenta de la territorial, Margalida Nicolau, reconoció que no se presentará a la reelección en 2008. «Estoy cansada. Sólo espero que el Govern tome cartas, porque todavía no nos ha reunido a todas las federaciones, pero yo ya no me presentaré», afirmó la dirigente, quien recordó que el waterpolo también aguarda con preocupación la llegada del frío. El Ciutat, exponente a nivel nacional, entrena en las piscinas exteriores de Son Hugo, aunque ha logrado poder jugar sus partidos oficiales en la cubierta de La Salle, «pero el día a día será difícil y todavía no ha llegado el invierno», recuerda Jordi Bonet, responsable del club. Incluso los nadadores del CTEIB, algunos posibles olímpicos, han tenido que «mudarse» de la piscina de Príncipes (su cubierta retráctil se vio afectada) y se ven afectados por la saturación de Son Hugo a la hora de entrenar al aire libre, un hándicap para estos deportistas.