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Albert Orfila / Fernando Fernández En plena tormenta, Real Mallorca y los representantes legales de Jonás Gutiérrez acordaron buscar cobijo. A partir de ahora, las miserias del «caso Jonás» deben ventilarse con discrección, lejos de los focos, aunque el conflicto sigue abierto. Las partes han pactado una tregua. Es el principal acuerdo que alcanzaron durante la jornada de ayer Pere Terrasa, Nando Pons y Ricardo Gutiérrez "padre y agente del internacional argentino" durante la larga reunión que mantuvieron en las oficinas del ONO Estadi.

Eso sí, los representantes del club balear "así lo confirmó horas después el presidente Vicenç Grande a IB3 Ràdio" comunicaron al progenitor del futbolista que el Mallorca no iba a contratar ningún tipo de seguro para el centrocampista, una exigencia que el propio Ricardo Gutiérrez había transmitido a Vicenç Grande días atrás y que acabó agudizando la crisis.

Terrasa, Pons y el representante de Jonás acordaron también nuevas negociaciones para abodar la revisión del contrato del futbolista, si bien esta capítulo se antoja prácticamente insoluble. La madre del futbolista desveló recientemente a Onda Cero que el Porstmouth había puesto sobre la mesa una oferta que garantizaba a Jonás Gutiérrez unos ingresos netos de 5'5 millones de euros, una cantidad inasumible para el Mallorca.

El tira y afloja entre Jonás y el Real Mallorca puede hallar su desenlace el próximo mes de junio, pero tiene su punto de partida en la aparición en escena del Portsmouth, que formalizó una oferta por el argentino que ascendía a los seis millones de euros. La mitad del importe iría a parar a manos de Vélez Sarsfield, pero el Mallorca rechazó esta propuesta y entonces, jugador y entorno reaccionaron con la mejora del contrato como meta. El Mallorca llegaba a un millón de euros brutos por temporada, pero Jonás pedía 1'1 millones netos más incentivos. Se adivinaba que la intención del medio era volar hacia Inglaterra, haciendo saber a los dirigentes de la SAD balear su intención de buscar una salida y facilitársela en ese caso, o revisar su ficha al alza.

El primer roce de entidad llegó cuando el medio se negó a disputar el encuentro de la segunda jornada de la presente temporada en el Vicente Calderón, frente al Atlético de Madrid. La táctica de presión dirigida por sus más allegados funcionaba a medias, ya que el profesional y Manzano finiquitaron momentáneamente la crisis abierta.

La complejidad del contrato que une a Mallorca y Jonás Gutiérrez, negociado por Mateu Alemany, alimenta todo este entramado. Éste finaliza en 2010, pero el Galgo podría regresar a Vélez el próximo verano, una idea que no agrada a los dos clubes implicados. La respuesta del Mallorca llegó en forma de oferta: 3 temporadas a un millón de euros brutos por cada una de ellas, incentivos al margen. Su familia la rachazó, pese al importante incremento (hasta entonces percibía 400 mil más extras), y remitió a las cifras manejadas por el Portsmouth (1.250.000 euros netos, más casa y coche, totalizando 5'5 millones limpios), aunque rebajó sus pretensiones a 1'1 millones netos más incentivos (el mejor pagado de la plantilla), cifra a la que no llegaba el Mallorca, quien creía que seguía forzando su salida. Nando Pons viajó a Buenos Aires para tratar con Vélez y la cantidad mínima fijada fue de 5 millones.