Gregorio Manzano aleccionó ayer a Juan Arango sobre el césped de Son Bibiloni. El técnico restó importancia a la escena. Foto: MONSERRAT

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Miquel Alzamora Los 'asuntos internos' coparon ayer la práctica totalidad de la rueda de prensa que ofreció el entrenador del Real Mallorca, Gregorio Manzano. Al comparecer el técnico sólo una vez por semana, esto propicia una prolongación excesiva en el tiempo de los temas que marcan la agenda mallorquinista y sobre los que como es lógico se espera la opinión del máximo responsable de la parcela deportiva.

Esta semana ha sido la posible renovación del propio Manzano, pero también el futuro de jugadores como Víctor o Trejo y cómo no, el conflicto en el que el club anda metido por la expulsión de Varela y el posterior recurso a Apelación y a otras instancias superiores.

Pese a la intención de pasar de puntillas en todos los «puntos calientes» de la semana, el entrenador andaluz no tuvo más remedio que entrar al trapo de la mayoría de cuestiones que eclipsaron el partido ante el Murcia. Manzano zanjó varios de los asuntos importantes, pero a costa de un partido muy importante como el de la mañana domingo.