Los dos equipos saltaron a la cancha de Miraflores con la necesidad de conseguir la victoria, una situación que explica los nervios de los primeros minutos. Se vio un baloncesto libre, sin ataduras tácticas, que favoreció a los intereses mallorquines que se fueron al intermedio con ventaja (15-17).
Ya en el segundo cuarto, los locales plantearon una defensa zonal 2-3, que fue superada sin dificultad una y otra vez por los gualdinegros muy acertados desde el perímetro, logrando ampliar la renta hasta cinco puntos (20-25, 15´). La rotación palmera y el cambio en la defensa planteada hizo que el rendimiento ofensivo de los canarios subiese, frente a un cuadro visitante que bajó la intensidad de su juego.
Tras el descanso, el decorado no cambió. Ambos conjuntos mostraban sobre la cancha el porqué de su mala situación. La acumulación de faltas de Biene, hizo que tuviera muchos minutos Ismael Torres, que jugó con molestias en el tobillo. A pesar de todo, los palmeros se fueron con una desventaja de tres puntos en el tercer cuarto, 50-53.
En el último periodo, Arrocha tomó la responsabilidad ofensiva. Por su parte, los mallorquines se mantenían vivos. Así, a falta de dos minutos y medio, el marcador mostraba un igualado 61-61, pero a falta de veintitrés segundos para el final el tanteador era de 64-63. En ese momento, el local Johnson realizaba una falta sobre Joan Riera, que reaparecía. Tras transformar los dos, los visitantes se ponían con ventaja de uno (64-65) cuando sólo restaban cinco segundos. El balón recayó en las manos de Reggie Moore que dobló para Francis Koffi, que necesitó de dos intentos para anotar la canasta de la victoria.
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