24/12/07 0:00
Los condicionantes externos juegan un papel protagonista en los partidos de fútbol. En ocasiones es la fortuna la que aparece en escena para decantar un resultado y, normalmente, la superioridad de uno de los contendientes define el devenir del partido. En la tarde de ayer el condicionante que llevó al declive de la Peña tuvo nombre propio: Albartí Oñate. El colegiado balear fue un escollo más peligroso que Nsue, Oller y compañía y su actuación perjudicó claramente el planteamiento de los de Dani MOri.
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