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Fernando Fernández Para nadie pasa inadvertida la trayectoria de Rudy Fernández en la que está llamada a ser su última temporada en Europa. Líder de la Penya, es culpable directo del gran momento de un DKV que se ha convertido en una seria alternativa. Gracias en buena medida al mallorquín volador, para quien 2008 aguarda varios retos de entidad. El primero, llevar al Joventut a ganar un título. Otro apasionante son los Juegos de Pekín. Y uno con el que lleva soñando mucho tiempo: dar el salto a la NBA.

Y lo tiene bien el escolta formado en Sant Josep. Elegido este verano con el número 24 en la segunda ronda del Draft por los Suns de Phoenix, finalmente fueron los Portland Trail Blazers (acreedores del número 1, Greg Oden) quienes adquirieron sus derechos, y la franquicia de Oregón optó por darle un año más de tregua y así no tener que abonar la clásula. Rudy renovó con los verdinegros, pero con la intención de emprender rumbo a Portland en 2008, siguiendo los pasos de su hermana, Marta.

Los Blazers dudaban, e incluso se especulaba con un trueque de elecciones. Pero el tiempo les ha hecho cambiar de opinión. Rudy (26 minutos, 16 puntos, 3'9 asistencias, 3 rebotes y 18'8 de valoración por partido) lleva a la Penya a estar arriba en la ACB y la Copa ULEB, vuelve a ser una de las estrellas del viejo continente y no esconde sus intenciones de vestir la elástica negra.Y desde Oregón piensan de forma idéntica.

Tanto, que el mánager general de la franquicia, Kevin Pritchard (aquel base del Cáceres de principios de los 90), ha manifestado a The Oregonian que una de sus prioridades es el exterior mallorquín. «Está jugando a un gran nivel, está haciendo una temporada fenomenal. Le queremos con nosotros el año que viene», explicaba en el rotativo el dirigente de los Blazers, quien admitió que está «en permanente contacto con él, y sabemos que quiere venir a Estados Unidos, pero creemos que hay interés de grandes clubes de Europa y eso es lo único que podría frenarle». Olympiakos ya ha dejado ver la posibilidad de entrar en la puja por Fernández, a quien ofrecerían cerca de 2'5 millones de euros por tres temporadas. Pritchard cree que el salario de Rudy en los Blazers rondaría el millón de dólares, «menos de lo que parece que algunos equipos europeos pueden pagar», prosigue, además de recordar que Portland no tendría que hacer un gran desembolso para finiquitar su relación con el DKV, «sería mínimo, unos cien mil dólares», añade.

El propio Kevin Pritchard reconoció que la conexión Fernández-Rodríguez puede dar mucho juego en Portland. «Tienen una buena relación y cuando están juntos en la pista, el espectáculo está asegurado. Puede haber buena química. He visto vídeos de ellos, y sólo hay mates, mates y mates...». El mánager de Portland no duda en afirmar que Rudy «es un futurible para la NBA. Es valiente, agresivo, sabe controlar el tiempo del partido, anota, corre... Tiene que trabajar más su cuerpo y hacerse más fuerte, y si lo hace, será un grandísimo jugador, pero su experiencia en la ACB ya es una garantía para nosotros».

Su compañero en la selección y jugador de Portland, Sergio Rodríguez, se deshace en elogios hacia Rudy. «Sería fantástico estar con él aquí. Es un jugador completo. Salta, machaca, anota desde todas las posiciones, y muchos triples. Ha madurado, y en su posición hay pocos a su altura en la ACB. Este puede ser su año definitivo», admite el base canario, quien mantiene contacto con el balear a través del correo electrónico.

Tal es el concepto sobre Rudy en Oregón que, además de los elogios de Pritchard, el asistente de los Blazers, Bill Bayno, habla de él como el futuro Ginóbili. Rudy y Portland lo tienen claro: el futuro del mallorquín está en la NBA.