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El pabellón de Son Moix no recuperará su actividad habitual hasta finales del próximo año. La instalación municipal, que sufrió los daños de la devastadora tormenta que pasó por la Isla el pasado 4 de octubre, continúa cerrada al público y su proceso de rehabilitación se alargará durante varios meses.

El polideportivo sufrirá cambios importantes en su fisonomía. Lo más inmediato es la reforma del pabellón en el que disputaban sus encuentros el Palma de baloncesto y el Drac y el Ícaro de voleibol, que han tenido que trasladarse provisionalmente al Palma Arena. Una parte notable de la cubierta principal se desprendió debido a los fuertes vientos que asolaron Ciutat hace casi tres meses y los operarios municipales acabarán de retirarla a medio plazo, teniendo en cuenta que para hacerlo hay que seguir unas pautas de seguridad muy estrictas por la presencia de amianto. Una vez solventado ese aspecto, se procederá a aplicar una batería de cambios en el interior de la infraestructura, como las gradas y sus accesos, que deben adaptarse a la normativa vigente. Las localidades actuales serán sustituidas y alineadas de forma distinta y los pasillos que conducen a la pista también serán modificados. A partir de ahí, los esfuerzos se centrarán en el resto de las dependencias, como el gimnasio o las piscinas, que demorarán más aún su apertura.

El estado de Son Moix se ha convertido en un quebradero para los responsables del deporte en Cort. La mencionada tormenta afectó al techo del pabellón y provocó que una gran parte del mismo cayera sobre la piscina y que se desprendieran varios marcos y ventanales generando cuantiosos daños. El parquet de la pista también sufrió los efectos del agua que se coló a través de los huecos abiertos en la parte superior.