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El Bàsquet Inca logró un triunfo vital a costa del Ford Burgos y frenó su racha de tres derrotas seguidas para separarse del fondo de la tabla clasificatoria e igualar con cuatro victorias a su adversario de ayer. Los gualdinegros supieron manejarse en un mal encuentro para engordar su casillero de partidos ganados y reactivar sus aspiraciones de permanencia.

Desde los primeros compases el Bàsquet Inca tomó la delantera e hizo valer un parcial de 7-0 para colocarse 10-2 a falta de 7 minutos para el final. Poco a poco fue perdido fuelle, pero no perdió el dominio del marcador.

La tónica no varió en el segundo episodio y los de la capital de es raiguer vieron como el Ford Burgos aumentó su nivel para igualar la contienda a 26 puntos a 5:57 para descanso. No obstante, cada intento de reacción de los visitantes obtenía una rápida respuesta por parte de los mallorquines, que marcaron las diferencias gracias a la actuación de Marc Blanch.

Tras el descanso, las diferencias fueron mínimas pero siempre favorables a un Bàsquet Inca, que vio en peligro su ventaja cuando los colegiados señalaron una antideportiva a Joan Riera. Los visitantes no supieron aprovecharl y el Palau empujó a los suyos. El Bàsquet Inca volvió a abrir una pequeña brecha, pero un triple de Esmorís sobre la bocina impidió que los gualdinegros afrontaran los últimos diez minutos con un colchón de diez puntos.

La igualdad seguía presidiendo el enfrentamiento pese a las ventajas de entre seis y ocho puntos de los locales. El punto de inflexión del duelo llegó con la técnica a Andreu Casadevall, lo que propició a menos de cinco minutos que el Bàsquet Inca dispusiera de cuatro tiros libres y posesión cuando ya mandaba 60-50. Blanch llevó la batuta escudado por un notable Riera y un esforzado Stacey muy aplaudido por los aficionados.