El Villarreal se apoderó de la primera mitad desde los primeros compases. El equipo de Pellegrini mimó el balón y se mostró fiel a su filosofía para desestabilizar a un Valencia de Koeman cuya remodelación dista mucho de lo esperado. Pires adelantó a los amarillos al culminar con un exquisito disparo con efecto una gran jugada colectiva y un gran regate final de Nihat, que permitió que el galo, cerca del vértice izquierdo de la meta visitante, colocara con el interior el balón lejos de la estirada de Hildebrand.
Un chut lejano de Rubén Baraja fue la ocasión más peligrosa en el primer acto de un Valencia romo en ataque y con pocas ideas. Diego López y el larguero repelieron el disparo del capitán che.
Nihat resultó una pesadilla para el Valencia. El turco hizo temblar el arco visitante con un lanzamiento de falta al que respondió Hildebrand en una réplica de lo sucedido pocos minutos antes. El ex delantero de la Real Sociedad pudo ampliar la ventaja local en el minuto 43 al volver a topar con el palo cuando se disponía a culminar a placer una asistencia de Rossi.
En el segundo tiempo el Valencia intentó empujar al Villarreal hacia su área, pero los hombres de Pellegrini, que sujetó aún más el centro del campo con la entrada de Mavuba, demostraron su mayor peligro al contragolpe. Cani estrelló de nuevo el balón en el larguero de Hildebrand y el consiguiente saque de esquina lo culminó Capdevila al aprovechar un error colectivo de la zaga visitante.
Ni Banega ni Zigic variaron la decoración y el Villarreal aumentó su ventaja tras otra contra de libro. Rossi, que rindió a un excelente nivel, volvió a dejar solo a Nihat y esta vez el turco no perdonó con una sutil vaselina. De ahí hasta el final los olés se convirtieron en la banda sonora de un derbi en el que el Villarreal demostró su trayectoria al alza y el Valencia su nefasta situación.
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