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Efe |MADRID
La selección egipcia renovó su condición de campeona de Àfrica y con su victoria por 1-0 sobre Camerún, alzó el trofeo por sexta vez.
Egipto repite título, pero con una diferencia. Hace dos años, lo hizo tras imponerse en la tanda de penaltis a Costa de Marfil, al amparo de su público. Ahora, justo un año después, lo ha hecho sin necesidad de llegar a la prórroga ante la selección camerunesa de Samuel Etoo, tras ganar cinco encuentros y empatar uno, marcar 15 tantos y encajar tan sólo cinco.

Ha sido la mejor selección, un conjunto que, sin la agresividad física de Camerún o Costa de Marfil, mostró una buena circulación del balón y un ataque letal.

Contra Camerún, a la que ya había derrotado por 4-2 en el primer partido de su grupo, la selección egipcia creó las mejores ocasiones y no se fue en ventaja al descanso por la buena actuación del meta del Espanyol Carlos Idriss Kameni.

Egipto, sin embargo, logró adelantarse en el minuto 76, por medio del delantero del Al Ahly Mohamed Aboutrika y conservar su ventaja hasta el final, cuando Camerún no pudo más que reclamar un penalti, por unas manos de Shady Mohamed, en un centro de Etoo, que un par de minutos antes tuvo que ponerse un vendaje en la rodilla derecha y acabó renqueante el encuentro.

El delantero del Barcelona se ha convertido durante este torneo en el máximo goleador de la historia de la Copa de Àfrica con dieciseis goles.