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ViveMenorca 63 Ricoh Manresa 62 VIVEMENORCA (13+16+15+19): Marinovic (4), Stojic (12), J.Fernández (1), Moss (5), Cazorla (2) "cinco inicial", Ivanov (9), Varda (11), Shirley (6), Guzmán (7) y Bazdaric (6).

16 /40 en tiros de dos, 6/27 en triples y 13/16 en tiros libres. 45 rebotes (27 en defensa y 18 en ataque) y 21 faltas personales.
RICOH MANRESA (10+18+10+24): Grimau (6), Martínez (13), Rodríguez (7), Asselin (15), Alzamora (6) "cinco inicial", Berni Hernández (5), Sánchez, Rubio (3), Espil (2), Bailey (2) y Rey (3). 19/42 en tiros de dos, 4/15 en triples y 12/16 en tiros libres. 36 rebotes (28 en defensa y 8 en ataque) y 21 faltas personales.

Àrbitros: Hierrezuelo, Alzuria y Castillo. Eliminaron por cinco faltas personales a Rubio del Manresa.
Parciales: 13-10, 29-28 (descanso), 44-38, 63-62 (final).
Lluís Orfila
Con sufrimiento extremo. Así podría definirse el modo en que el ViveMenorca logró tumbar a un equipo inferior sobre el papel, pero al que únicamente un certero triple de Marino Bazdaric en el último segundo obligó a doblar la rodilla. El Manresa no mereció perder, pero una acertada lectura de la situación por parte local en los segundos finales les condenó, en un partido marcado por la excelente e intensa defensa aplicada por ambos contendientes.

Desde los minutos iniciales se apreció que el desarrollo del partido iba a marcarlo el juego desde atrás. Precipitaciones constantes, pésima selección de tiro, algunas pérdidas de balón absurdas..., todo provocado por las máximas precauciones que cada equipo se imponía en labores defensivas, y explica el paupérrimo 4-4 con el que se agotaron los primeros cinco minutos. Un entonado Asselin permitió al Manresa abrir una pequeña brecha (4-8, tiempo muerto de Ricard Casas), aunque halló rápida réplica por parte de un Menorca que, con un parcial de 9-0, logró cerrar en franquicia el primer acto (13-10).

Varda saltó al parquet y el grupo isleño ganó en presencia interior, aunque Asselin se mantenía como el principal argumento de los suyos. Únicamente el gigante serbio y Stojic rendían réditos al conjunto local, que no se mostraba capaz de ganarle la batalla subterránea a un rival limitado en calidad, pero sobrado de oficio. Manresa, a base de garra, y aprovechando el rebote ofensivo, volvía a cobrar renta (19-23, minuto 15), pero su lamentable puntería desde el perímetro evitó un colchón de puntos mayor. Un par de acciones de Stojic y Marinovic, y un espectacular alley hoop culminado por Ivanov, servían para llegar al descanso con un mínimo 29-28 para el equipo balear.

En la apertura del tercer cuarto pareció atisbarse un Menorca más eficaz (39-33 apenas transcurridos un par de minutos), pero dicha sensación se desvaneció con celeridad. Una espectacular acción de Rodríguez abrochaba nuevamente la lucha (39-37), obligando a Casas a llamar al orden a los suyos. El intervalo sirvió al Menorca para aclarar ideas, y ubicarse al borde del cierre con su mayor renta hasta entonces (43-38).

Un tiro libre convertido por Moss agrandaba la ventaja hasta el 44-38 con el se finiquitó el penúltimo parcial. Que los locales lograsen revertir la dinámica reboteadora significó una de las claves (16 a 6 en estos diez minutos, siendo Varda y Moss los más productivos en esa faceta). A priori, el Menorca encaró la recta final con el partido controlado (53-46 restando cinco minutos), pero el Ricoh todavía tenía mucho que decir. Ponsarnau devolvió a Asselin a pista, y entre él y Rafa Martínez lograban recuperar terreno para los suyos (55-55).

Los últimos instantes fueron no aptos para cardíacos. Ivanov erraba un triple mal seleccionado, y Guzmán, que disputó el periodo final íntegro, extraviaba un balón. Manresa pasaba de dominado a dominador (58-61 a menos de 30 segundos), pero una entrada de Guzmán (60-61) y un posterior fallo desde los 4.70 de Martínez a 9 segundos, permitió a Bazdaric sentenciar desde los 6.25.