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EFE|GRECIA
La llama olímpica fue encendida ayer en la Antigua Olimpia, en el sureste de Grecia, para los Juegos de Pekín 2008 en una ceremonia aprovechada por varios manifestantes para protestar contra la represión china en el Tibet.

Durante el discurso del presidente del comité organizador de los Juegos Olímpicos de Pekín, Lui Qi, tres activistas lograron acceder al estadio antiguo de Olimpia pero fueron reducidos por las fuerzas de seguridad.

Uno de ellos incluso logró acercarse a Lui y alzar justo detrás de éste una bandera negra a favor del boicot de los Juegos por la represión en Tibet, pero fue enseguida reducido por la policía.

El funcionario chino, que no interrumpió su discurso, señaló que «la llama olímpica va a radiar luz y alegría, paz y amistad, además de esperanza y sueños al pueblo de China y a todo el mundo». En las afueras del histórico estadio otro activista tibetano y un foto-reportero griego fueron detenidos y supuestamente maltratados por la policía local.

El fotógrafo Mijalis Sourlis aseguró haber sido llevado «a empujones» a la comisaria de policía de Olimpia, donde fue interrogado por los agentes, junto con el activista tibetano Tenzin Dorjee.

El presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, dijo tras el incidente que «siempre es lamentable que haya protestas, pero estas no han sido violentas y eso es lo que importa».

Los organizadores griegos habían adoptado medidas de seguridad sin precedentes en el recinto arqueológico y en el pueblo de la Antigua Olimpia, precisamente por temor a actos de protesta contra China.

El presidente del COI expresó en la ceremonia su esperanza de que «el simbolismo de la antorcha sea reconocido en todo el mundo». «Hoy enviamos a miles de mensajeros modernos por los cinco continentes para repartir el mensaje de la tregua y se escuchará y será comprendido en todos los rincones del mundo por donde pase la llama», dijo Rogge en su discurso.