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Fernando Fernández El Palma se mete en problemas, en un callejón sin salida que podría tener consecuencias industriales para el proyecto. Cuatro derrotas consecutivas en el Arena (Los Barrios, Inca, Breogán y Lleida) en el tramo más decisivo del curso no encontraron freno en el 'efecto Doce'. El técnico asturiano no halló continuidad al triunfo en l'Hospitalet y el Palma claudicó (62-66) en un partido para pasar página, en el que preocupó la imagen del grupo, pero por encima de todo la anarquía de Terrell y los errores de un Puyada desconocido (Del Tío no fue una alternativa válida en los minutos de los que dispuso). Suerte de un Kornegay sólido y de la regularidad de Rejón y Schutte, que alimentaron el sueño de la remontada cuando las cosas se ponían bastante cuesta arriba.

No es panorama para visitar La Palma, pues el atasco en la parte baja de la tabla es ostensible. Antepenúltimo, el cinco celeste va al límite en cada jornada y, jugando como ayer, ante un oponente que no demostró nada, el panorama no se presenta nada claro. La versión más correcta del grupo de Doce compareció en el arranque de un partido que se iría ensuciando con el paso de los cuartos. Kornegay y Rejón se forraban bajo los tableros y Schutte bloqueaba a Mainoldi. El Palma dominaba el rebote y hacía el resto para sellar un parcial de 13-2 (13-6) al que Edu Torres no hallaba soluciones.

Calidad le sobra a un Lleida que puja por los 'playoffs', y en un abrir y cerrar de ojos zanjó la crisis con dos acciones convertidas en canasta por Maraker y Jones (15-12). No lograba despegarse el Palma y eso lo pagaría muy caro.

Terrell iniciaba su particular recital de errores y Alberto Miguel aparecía en escena y un 0-9 de los de la Terra Ferma (15-17) cambiaba el signo del partido. Cinco minutos sin anotar se unían al lastre que debía arrastrar un Palma a la deriva y al que le sobró un Terrell demasiado preocupado por recibir la pelota, lanzar a canasta... y fallar.

En esas, el Plus Pujol se aferraba a una intensa defensa, al acierto desde 6'25 de Miguel y a la técnica con la que fue castigado Rejón para crecer (21-31).