Su firma aparece en más del medio centenar de operaciones realizadas por el Real Mallorca en los dos últimos años y medio. Todos los inquilinos del vestuario, con la excepción de Juan Arango y Ballesteros, recalaron en la Isla bajo su supervisión. Es el ingeniero de la plantilla. Su ampliación de contrato hasta enero de 2014, noticia adelantada ayer por Ultima Hora, causó revuelo en el mallorquinismo. Es Fernando Pons Niza, el hombre que manejará los destinos deportivos de la entidad las próximas seis temporadas.
Desde que sucedió a Pep Bonet al frente de la secretaría técnica mallorquinista, en junio de 2005, Nando Pons le ha dado la vuelta al vestuario. Entre fichajes, ventas y renovaciones ha supervisado más de 70 operaciones.
El reparto entre gastos e ingresos resulta equitativo, en torno a los 20 millones de euros, y el club ha logrado rentabilidad con las ventas de Luis García, Cortés, Jankovic, Pisculichi y sobre todo Guillermo Pereyra, una operación que supuso la guinda para que Vicenç Grande decidiera blindar el contrato del director deportivo. Aunque abrió la puerta de su despacho a mediados de junio de 2005, los once fichajes realizados en aquel verano corresponden al haber o debe de Héctor Raúl Cúper, entonces máximo responsable en materia deportiva.
El rol de Pons comenzó a cambiar en el mercado invernal. A pesar del aluvión de fichajes que se produjo en verano, el equipo arrastraba algunas deficiencias notables desde que inaugurara la temporada y tuvo que rascarse el bolsillo (una inversión de 6 millones de euros) para tapar fugas. Nando Pons supervisó la llegada de cuatro caras nuevas (Braulio, Nunes, Pisculichi y Basinas) que mejoraron de forma notable las prestaciones rojillas en la segunda vuelta, coincidiendo con el cambio de entrenador. Objetivo cumplido.
En la campaña siguiente, trabajando codo con codo con Gregorio Manzano, Pons logró las renovaciones de Fernando Navarro -un internacional de coste cero-, Basinas y al italiano Doni, aunque éste último se echó atrás antes de iniciar el curso y regresó a Italia.
El club balear incorporó a ocho jugadores y sólo tuvo que pagar por Jordi López -hoy cedido al Racing- y Jankovic, que fue traspasado doce meses después por el triple de la inversión. Además, se produjo el regreso del 'Caño' Ibagaza sin abonar ni un euro en concepto de traspaso. Un lujo.
En el presente curso, fichó a Güiza por 4 millones de euros -su valor en el mercado es cuando menos del triple- y vendió a mitad del curso a Pereyra por 3 millones al fútbol ruso. Un lujo.
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