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Fernando Fernández Con 36 años, pero ilusiones renovadas, Marga Fullana (Sant Llorenç, 1972) abre el tramo más complejo de una temporada clave con la puesta en marcha de la Copa del Mundo. Una competición que se le da bien, igual que su primer escenario. En Houffalize (Bélgica) ya sabe lo que es ganar, y en varias ocasiones, pero el objetivo y el trabajo de 2008 están orientado hacia una única cita: Pekín. Los Juegos Olímpicos condicionan el día a día de la ciclista del Massi-Illes Balears.

Fullana no conoce el circuito olímpico, ni sabe hasta qué punto puede afectar la polución a su rendimiento en la capital china. «La Española nos ha dicho lo que hay. No sé si es exagerado, pero los demás del equipo nacional han ido y para ellos fue duro. Tanto, que se plantean reducir la duración de la carrera», explica la llorencina, quien con una medalla se daría por más que satisfecha. «Para eso estaremos allí. Me da igual de qué material sea, con una medalla sería la persona más feliz del mundo», prosiguió Fullana, que además de los Juegos, no quita el ojo del Europeo y el Mundial, sin dejar de lado la Copa del Mundo y otros compromisos con su equipo.

Entre las rivales, le inquieta el misterio que envuelve a la campeona olímpica y reina del mountain bike en el último lustro, Gunn Rita Dahle, de la misma manera que señala a las chinas (Ren Chengyuan y Ying Liu) como peligrosas adversarias. «Han ido de menos a más en dos o tres años y corren en casa, pero veremos cómo están todas en Houffalize. Están ellas, pero Spitz, Premont o Kalentieva también estarán arriba. Tenemos que ver el estado de forma de todas, pero lo que contará será cómo lleguemos al mes de agosto y la adaptación al terreno», apuntó Marga. Eso sí, de cara a su adaptación, todavía no tiene claro cuándo viajará a China, aunque espera que «entre diez y quince días antes de la carrera (22 de agosto), para aclimatarme al horario, el clima y la competición».

La corredor se fija tres picos de forma en 2008. Uno, primero abarcará los meses de mayo y junio, en los que se disputarán la Copas del Mundo de Madrid y Vallnord (Andorra). El otro coincidirá con el Mundial de Val di Sole (22 de junio), y, evidentemente, los Juegos coparán el tercero. Pekín le motiva, pero el Mundial y el Europeo también, tras perdérselos el año pasado por una cacicada de la UCI y una inoportuna lesión en Turquía. Eso sí, en Bélgica va «a por el podio. No contemplo otro objetivo que ése, sino me tendría que preocupar, pero es pronto».

Instalada de nuevo entre las cinco mejores del ránking, Fullana vive una segunda juventud en la que los Juegos de Pekín son un estímulo añadido.