Bola de permanencia

La visita a terreno pimentonero servirá para abotonar una semana que en ningún caso ha reflejado la realidad del Mallorca. La derrota encajada frente al Sevilla (2-3) le echó el candado a esas aspiraciones europeas que se habían ido dibujando por el camino y arraigó al equipo en tierra de nadie, con muy pocas posibilidades de sufrir y ninguna de gozar. Esa situación, lejos de llevar la calma al vestuario, se ha proyectado en escenas más propias de conjuntos necesitados, como el pique entre Ballesteros y Varela o la agria intervención de Manzano ante los medios. Futbolistas y cuerpo técnico se han empeñado en conservar la tensión dentro de su cuartel general y aunque el objetivo está sobre la mesa, parece que a estas alturas nadie se fía.

Problemas
Hoy el técnico andaluz intentará trasladar esa agitación colectiva a la alfombra de la Nueva Condomina, donde le aguarda un paciente en estado crítico. El Murcia, que a estas alturas sólo se nutre de la esperanza que generan los milagros, será el encargado de ponerle el termómetro a los rojillos y determinar si ya está listo para cruzar a la otra orilla del río o si debe pasar otra semana en el purgatorio. Manzano, como ya ocurriera hace siete días en el ONO Estadi, no va tener mucho margen a la hora de elaborar su receta. Los ingredientes son los mismos y la única cuestión que se plantea ahora es cómo combinarlos. Ramis e Ibagaza, a los que el equipo lloró durante su última comparecencia, continúan en la enfermería y el de Bailén, que al parecer no está muy satisfecho con lo que vio durante la última jornada, está masticando algún que otro cambio. El más importante incluye un premio para Webó, que podría asomarse de nuevo a la titularidad provocando en efecto dominó. El camerunés se instalaría junto a Güiza en ataque y su socio hasta la semana pasada, Juan Arango, se retrasaría unos metros para crecer en la mediapunta o en la orilla izquierda. Lógicamente, eso arrastraría al banquillo a Borja Valero, Varela o Jonás. Más allá de ahí, otros movimientos son prácticamente imposibles. La defensa mantendrá su aspecto y Basinas dirigirá el tráfico en la zona ancha. No hay más opciones. Los dieciocho futbolistas que hay disponibles en la plantilla viajaron ayer con la expedición que llegó a media tarde al aeropuerto de San Javier y hoy tratarán de cumplir las expectativas que se trazaron a inicios de campaña. El centrocampista del filial, Alberto López, regresa a la lista tras entrar ante el Valencia y es la novedad más notable en el viaje a Murcia.

El Murcia, por su parte, llega al partido con la lengua fuera y la única salida de la victoria para seguir confiando en una salvación que tiene muy cuesta arriba. Además, su semana también ha sido de las más moviditas. Cayó de forma apurada en su visita al Santiago Bernabéu y a su vuelta al trabajo Javier Clemente con una de esas broncas históricas que rebasan las paredes del vestuario. El técnico vasco, molesto con las filtraciones de los medios, cerró a cal y canto la ciudad deportiva pimentonera y lleva unos días trabajando en medio de un clima de alta tensión. Por si fuera poco, la enfermería tampoco le da tregua alguna, aunque el entrenador de Barakaldo podrá aplicar algunas reformas en su plan de choque y tiene en mente algunos cambios ante el Mallorca. Se prevé que el defensa Alvaro Mejía y el delantero Iván Alonso vuelvan a ser titulares, después de haber cumplido un partido de sanción y, además, Abel podría regresar a la posición de mediapunta. Todo apunta a que Alejandro Marañón y el francés Stephane Pignol, ambos defensas, saldrán del equipo titular, así como el delantero sueco Henok Goitom, quien está sancionado. Los canteranos Juan Pedro Pina y Dani Aquino, salvo sorpresa, sí continuarán en la alineación. ¿Se colgará hoy el cartel de cerrado por vacaciones?