La victoria del número dos del mundo quedó encarrilada merced a una primera manga en la que rompió el servicio de su adversario en el tercer juego del partido, repitiendo la concentración inicial que tanto le sirvió el día anterior para deshacerse del alicantino David Ferrer. Davydenko colaboró en buena medida a ello, pues cometió dos dobles faltas consecutivas que pusieron en bandeja el juego al tricampeón de Roland Garros y gran dominador de la tierra batida.
A pesar de una tibia reacción del moscovita en su tenis, Nadal mantuvo firme su saque y se deshizo de la presión con peloteos largos que forzaron a Davydenko a jugar desde el fondo de la pista. Lejos de amilanarse, Nadal aprovechó de nuevo la debilidad del saque de Davydenko en el partido para ganar el set por 6-3, tras lograr un 'break'.
Sin embargo, el controvertido jugador de origen ucraniano dejó claro que no se daría por vencido con facilidad en el segundo set, pues puso en aprietos el servicio de Rafael Nadal en el primer juego de la manga. Sin embargo Nadal tiró de casta y, después ganar un juego con un increíble punto tras levantar una pelota imposible, consiguió romper el saque al ruso para colocarse por delante con 3-1.
Davydenko volvió a atacar y devolvió el break al balear, pero el vigente campeón mantuvo la convicción en su juego para hacerse con tres juegos consecutivos que le permiten situarse a un paso de levantar su cuarto título sobre el polvo de ladrillo monegasco.
Enfrente, en una final que ya ha entrado con mayúsculas en la historia del circuito ATP, tratará de evitarlo el suizo Roger Federer, que no tuvo que desgastarse en exceso para alcanzar la última ronda en el Principado pues el serbio Novak Djokovic se retiró del encuentro con problemas físicos, cuando el número uno le dominaba en la segunda manga por 6-3 y 3-2.
Antes, en el primer set, Roger Federer jugó su mejor tenis y no permitió la más mínima alegría al escurridizo tenis del balcánico. Así, en la primera bola de 'break' de que dispuso logró romper el saque a 'Nole' y ponerse con un 5-3, colchón más que suficiente para asegurar, firme con su saque en el siguiente juego, el primer parcial en su casillero, demostrando que este año se ha tomado la temporada sobre arcilla muy en serio, dato que atesora la contratación de Pepe Higueras como preparador.
Con la losa de un set en su contra, Djokovic comenzó a airear dolencias físicas e incluso requirió la asistencia médica para tratar de encontrar un pilar al que aferrarse para comenzar la remontada. Sin embargo, encajó un nuevo 'break' en el tercer juego por una inoportuna doble falta de la que logró reponerse para devolver el 'break' a Federer con un juego en blanco que empató el set (2-2).
No obstante, no fue más que la mejoría del que agoniza y Federer recuperó la ventaja en el marcador rompiendo de nuevo el saque del serbio en el quinto juego, momento en el Djokovic optó por la retirada entre los abucheos del público.
El número uno del mundo, el suizo Roger Federer, volverá a luchar por la conquista del Masters Series de Montecarlo y, tras superar al serbio Novak Djokovic en semifinales, volverá a encontrarse con Rafael Nadal. «Estoy muy contento con la manera que estoy jugando», dijo el helvético, feliz por volver a cruzarse con el mallorquín. «Es impresionante. Está jugando de forma excelente», dijo de Nadal. Federer se vio beneficiado por la retirada de Djokovic en el sexto juego del segundo set. «Sólo un puñado de jugadores pueden ganar a Nadal en arcilla. Es una superficie que domina con autoridad. Me gustaría ser capaz de hacerle frente en la final y verme con él otra vez en otros, próximos, momentos importantes. Me siento fuerte. Estoy jugando bien otra vez», explicó.
Nadal no ha perdido un set en este torneo desde que ganó la final del 2006, precisamente, a Federer. Ni siquiera ha tenido que disputar un tie break. «Creo que estoy jugando bien, estoy haciendo un buen trabajo», dijo Nadal. «En cada partido me encuentro más a gusto en esta superficie. Me siento bien. Llevo la iniciativa. Soy capaz de dominar cada punto y cada vez tengo más confianza en mi derecha», indicó Nadal.
Novak Djokovic desperdició una buena ocasión para hacer historia en Montecarlo. Nunca había llegado a las semifinales y decidió abandonar en el choque frente a Federer. «Desde el principio no me he sentido bien», dijo Djokovic, que se quejó de mareos y dolor de garganta.
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